LOS ERRORES DE IRENE MONTERO

Hay algo peor que equivocarse, es persistir en el error. Irene Montero se ha equivocado porque habiendo hecho una ley que protege a las mujeres víctimas de delitos sexuales, ha dejado resquicios en la propia ley que permiten, en determinados casos, una rebaja de las condenas dictadas con anterioridad. Y ello a pesar de que, tanto el Consejo General del Poder Judicial como una Asociación de Mujeres Juristas, le advirtieron, antes de su publicación, que la ley podía tener esos efectos indeseados.

            En España tenemos uno de los códigos penales más duros de Europa, ahora bien, cada vez que se habla de reducción de penas, una caterva vociferante, donde destaca la derecha y la ultraderecha, se opone con ferocidad alegando el apocalipsis social y la destrucción del orden constituido. Sin embargo, un principio básico del Derecho Penal es la aplicación de la norma más favorable para el condenado y su retroactividad caso de resultarle beneficiosa. Así pues, de la misma manera que un principio del Derecho dice: » In dubio pro reo» (En caso de duda a favor del acusado) las personas que ejercen el poder judicial no han hecho otra cosa que cumplir la ley.

            Cuando de acuerdo con la nueva ley del solo sí es sí, han comenzado las revisiones de condenas y, en algunos casos, ha habido una reducción de las mismas, Irene Montero ha persistido en el error acusando a los  jueces de machistas y de no saber aplicar la ley.  Estas acusaciones injustas y alejadas de la verdad, además de constituir una huida hacia adelante, han tenido la «virtud» de exasperar a toda la magistratura y a sus asociaciones, desde las más conservadoras hasta las progresistas.

            El Gobierno se ha apresurado a decir algo obvio: «Las leyes son de todo el Gobierno». Sorprende no obstante, que el Ministerio de Justicia, el  Ministerio de la Presidencia, el Presidente del Gobierno y la pléyade de juristas que trabajan para ellos, no hayan advertido un error tan garrafal. A menos que…

            Otra cosa es la explotación y manipulación que el PP hace de estas cuestiones, tirándose al monte al afirmar que este Gobierno pone en la calle a violadores o que la ley no protege a las mujeres. Ambas falsedades se descalifican por sí mismas y no merecen más comentario. A nuestra derecha nunca les parecen las penas suficientemente duras, pues, si por ellos fuera, volveríamos a la Picota y a las ejecuciones con tortura en la plaza pública. Es decir, a la Edad Media.

            No podemos evitar hacernos la siguiente pregunta: Si esta ley versara sobre otras materias y redujera las condenas de otro tipo de delitos como pueden ser los que afectan al Orden Público, la propiedad, o los de sedición: ¿Se habría armado semejante quilombo o barullo?.

            En fin, habrá que esperar que el Supremo «Unifique doctrina», pero rectificar una ley o añadirle una disposición adicional no es ninguna tragedia. Rectificar es de sabios y «Sostenella y no enmendalla» es de tercos/as irrecuperables.

JUANMA MORENO Y EL SHERIFF DE NOTTINGHAM

     Los condados ingleses en la Edad Media contaban con un representante del rey con funciones judiciales y ceremoniales que actuaban también como recaudadores de impuestos. Solían esquilmar al pueblo en general y a los campesinos en particular, en una época que cobraba los impuestos en especie (granos, cereales, frutos o animales de granja) y que los años de malas cosechas dejaba a los campesinos sin medios para subsistir, es decir, ellos y sus hijos se morían de hambre. En sentido estricto el trabajo de estos Sheriffs consistía en robar a los pobres para dárselo  al rey y a los nobles beneficiarios de tales impuestos. En este sentido, el Sheriff de Nottingham es la encarnación de la arbitrariedad y crueldad de la nobleza inglesa de la Edad Media vinculada al proscrito Robin Hood, el bandido justiciero y generoso.

     Una de las primeras medidas adoptadas por Juanma Moreno, con su flamante mayoría absoluta, ha sido suprimir el impuesto de patrimonio. Una medida que beneficia al 02% de la población andaluza es decir, unas 20.000 personas de los 8.500.000 habitantes de Andalucía y restará para servicios públicos (Sanidad, Educación, Servicios Sociales) casi 100 millones de euros.

     Otra de las «Hazañas» de Juanma Moreno es que ha conseguido, en poco tiempo, rebajar el gasto escolar por alumno en Andalucía al mismo nivel de la Comunidad de Madrid, de tal manera que son las dos comunidades españolas que menos invierten, por niñas y niños, en las etapas  de escolaridad obligatoria. No es una cuestión solo de ineptitud en la gestión, es que pretenden privatizar la Educación para que solo unos pocos tengan acceso a un instrumento que, con sus carencias, mejora a las personas y ha servido siempre como ascensor social.

     El hombre de buen talante, el sonriente Juanma Moreno, se comporta en definitiva como el Sheriff de Nottingham sustrayendo recursos al pueblo para dárselo a los privilegiados del sistema, a aquellos que, justamente no lo necesitan. Es una manera directa de cumplir el programa de la derecha más rancia que se sitúa al lado de los grandes patrimonios, los bancos y las energéticas y petroleras. No queremos hacer demagogia pero hoy, como en la Inglaterra de los siglos XI y XII, se trata de robar a los pobres para enriquecer, aún más, a los ricos.