ELECCIONES ANDALUZAS 2022: UNA VICTORIA HISTÓRICA DEL PP

El trabajo que vamos a exponer gira en torno a cinco puntos sobre los partidos y las opciones políticas en liza.

1.- PP

      Se han alineado los  astros para que el PP arrase en estas elecciones autonómicas 2022. En efecto, ha absorbido a Ciudadanos llevándose todos sus votos, ha rentabilizado la totalidad del voto andaluz de centro-derecha alérgico a que VOX entrara en el gobierno autonómico, ha recuperado parte del voto que se había ido a esta formación e incluso ha conseguido pescar,  en el caladero del PSOE,  votantes liberales, que  no encuentran grandes diferencias entre las políticas socialistas y las aplicadas por Juanma Moreno, hombre correcto, de buen talante, que no ha cometido errores de bulto y que suscita poco rechazo. Cumple así todos sus objetivos: mayoría absoluta, derrota del PSOE, contención de VOX, desaparición de Ciudadanos y desmovilización y fragmentación de la izquierda. Ni ellos mismos aspiraban a tanto. Así pues, el inefable Juanma Moreno tendrá cuatro años para desarrollar el proyecto de recortes y privatizaciones de la derecha.

2.- PSOE

      Ha consumado su peor resultado andaluz en democracia. Baja de un millón de votos y pierde tres escaños. Horada el suelo que hasta ahora había marcado Susana Díaz. Pierde en las ocho provincias de la Comunidad.

      El PSOE lleva mucho tiempo equivocándose con y en Andalucía. No ha habido una oposición seria del partido socialista en el Parlamento Andaluz, porque estaba ocupado en digerir su paso a la oposición y empeñado en una feroz lucha interna por el poder, saldada finalmente con la sustitución de Susana.

       Es probable que Juan Espadas no fuera el mejor candidato posible. Más allá de Sevilla y de los círculos políticos, era casi un desconocido en el resto de Andalucía. Tampoco se caracteriza por su magnetismo político y electoral. Su campaña ha sido demasiado presidencialista pero ¡Ay! desde fuera de San Telmo. Como el mismo dice: «No he logrado movilizar a los electores» Aquí hubiera sido necesaria una figura con más trayectoria y conocida por todos. Por ejemplo María Jesús Montero.

            La imagen de dos ex-presidentes de la Junta condenados, tampoco ha ayudado.

            En fin, al PSOE-A le queda una larga travesía del desierto y una profunda reflexión en torno a las causas de esta desmovilización de la izquierda presa del desencanto.

3.-VOX

Su estrategia ha fracasado y su exigencia de entrar en el gobierno de la Junta, ante los 58 diputados del PP, suena hoy a broma. Sus 14 diputados quedan muy lejos de sus expectativas y la convierten en una fuerza irrelevante en Andalucía, con el agravante de que han vuelto al PP algunos de sus votantes y ello puede marcar el principio de su declive. Su campaña ha sido delirante y ni el fondo ni la forma han gustado en una tierra que se conduce con el equilibrio senequista de la Bética. Desde una perspectiva de izquierdas, es la única buena noticia de estas elecciones. Su irrelevancia es beneficiosa para Andalucía, pero desbarata la posible estrategia del PSOE de acusar al PP de aliarse con la ultraderecha.  Además, hubieran sido pintorescos los enfrentamientos entre el moderado Juanma Moreno y la ultra Macarena Olona dentro del mismo gobierno.

4.- Por Andalucía y Adelante Andalucía

      Demuestra una vez más que la izquierda cuando se fragmenta cuenta poco o nada. Han perdido diez escaños en relación a las últimas elecciones que se presentaron juntos. Sus desavenencias, egos y diferencias internas los condenan a un papel testimonial.

      Teresa Rodríguez casi ha conseguido su ideal de partido unipersonal: 2 escaños.

      El mal resultado puede afectar al proyecto de Yolanda Díaz.

5.- Ciudadanos

       Está pagando todavía el garrafal error de Albert Rivera al darle todo el poder al PP en su momento de mayor debilidad, sin reparar que competían por el mismo espacio electoral. Su papel era el de bisagra a derecha e izquierda y no quisieron o no supieron verlo. Ciudadanos va camino de la desaparición absorbido por el PP.   RIP

       Sería un error hacer una traslación mecanicista de estos resultados al resto de España, pero el PSOE no debe obviar un resultado como este porque, según las encuestas, mientras los andaluces tenían una percepción positiva del gobierno de Juanma Moreno, la percepción de la actuación del gobierno de Pedro Sánchez en Andalucía es negativa. Bien porque hayan «comprado» parte del discurso de la derecha; bien porque ha habido debilidades, bandazos y errores evidentes. Es verdad que los acontecimientos no han ayudado: una pandemia, un volcán, una guerra y una inflación galopante constituyen dificultades extraordinarias, que se unen a las diferencias diariamente aireadas sobre las medidas a tomar entre los socios del Gobierno.

      Se impone una reflexión profunda, la adopción de medidas claras y valientes si no queremos que las próximas elecciones generales las gane la derecha con o sin VOX.

A VUELTAS CON EL 19J

Tiempo de elecciones andaluzas

Está demostrado que las mayores tasas de participación electoral  de los habitantes del medio rural en Andalucía tienen una   gran influencia en los resultados electorales  del conjunto. Porque el peso demográfico urbano es muy superior, y en un porcentaje muy alto, ya que el 50% de  la población andaluza vive en ciudades de más de 50.000 habitantes, y más de un 30% vive en una de las 10 ciudades más pobladas.

Es decir, los cerca de 6 millones y medio de andaluces que pueden ejercer su derecho a voto el 19J viven, en su  mayoría, en una ciudad.

Empezamos, no obstante, por el agro este artículo de opinión después de ver el anuncio, publicidad electoral, de Vox, bajo el epígrafe, “Ya estamos aquí”, o algo así, de un jinete a caballo, que, al menos para nosotros, es la intención de personalizar la irrupción rompedora del héroe, que va a arreglar nuestros problemas, sobre un corcel.

A algún malpensado le parecerá la imagen del típico/tópico señorito llegando a su finca. Se pretende entroncar directamente con el campo andaluz, en mal momento y dónde se sufre que los precios en origen, y por tanto la retribución al agricultor, no pueden ser tan bajos; producir no sale a cuenta y ese problema se da en casi toda Europa, precisamente, a la que ataca ese partido euroescéptico. Como si esa Europa no fuese, vía subvenciones, muchas y sostenidas mucho tiempo, la “culpable” de la modernización de nuestro agro,  donde esa marca obtuvo buenos resultados en los anteriores comicios andaluces, a pesar del desconocimiento de sus peculiaridades, de sus problemas y la  zafia lejanía que demuestra.

Hasta ahora una de las principales bazas electorales, los Ayuntamientos, del PSOE-A y en menor medida, también de IU, se encuentran en este medio. La lucha porque la participación sea máxima  y por no perder el voto de Izquierdas, está servida.

No hay, excepto algún partido local, nuevas siglas en liza. Es decir hay datos de elecciones anteriores para analizar, y todas las formaciones son conocidas y todas están buscando el voto rural.

El PSOE busca los 400.000 votos  que perdió entre   las elecciones municipales y autonómicas, (a pesar de ser el más votado), y que le costó el gobierno de la Junta por el acuerdo PP-Cs- VOX.

Acuerdo que, por cierto, parece que ha olvidado Moreno Bonilla y todo el PP y que sirvió para que, con los peores resultados de su partido de la historia, sea Presidente de la Junta. Y  ahora abominan de quién les favoreció, Vox, como si no fuesen ellos los que se han aprovechado de su irrupción, y los culpables de haberlos “metido” en las instituciones. Por ello, pues, no sabemos por qué nos extrañamos de la hipocresía y la falsedad de esta derecha.

El votante, en una confrontación electoral, valora la labor del gobierno y la de la oposición, aquí y ahora en una sociedad más polarizada, a la izquierda y a la derecha en Andalucía. Pero, por el centralismo de los partidos, todos, en clave de Madrid, parece que estemos en unas generales más que en unas autonómicas y se esté confrontando  al Gobierno Andaluz con las políticas del Gobierno Central

Lo decimos porque se habla de Cataluña, Eta, gobierno frankestein, independentistas,.., en esa estrategia de enfrentamiento con el gobierno que continúa Feijó (abro un paréntesis para hacer una broma y preguntar, qué daño le habremos hecho a los gallegos para que nos “castiguen” con estos personajes, Franco, Fraga, Rajoy, y ahora Feijó..)

Hablemos, pues, del Gobierno de Pedro Sánchez, el mejor gobierno en décadas, que en  media legislatura,  con todo en su contra, crisis económica, pandemia, volcán canario, guerra de Ucrania,  y una oposición capaz de desacreditar a España en foros internacionales, por tal de tumbarlo, que no digiere que este país no es suyo. Un gobierno que ha sabido defender a los ciudadanos, conseguir mejoras a nivel social y laboral, más gente trabajando, más afiliados a la SS, contratos menos precarios, por primera vez, una reforma laboral a favor de los trabajadores.

Podríamos puntualizar y nombrar todas y cada una de esas mejoras con nombre y apellidos (IMV, Salario Mínimo, Reforma Laboral, Pensiones mínimas…), y comparar con la  del gobierno de Bonilla, que está desmantelando los Servicios Públicos:

  • En Sanidad: listas de espera, seguros privados, falta de profesionales.
  • En Educación: conciertos privados, incluso en FP y Bachiller, asfixia económica  de la Universidad Pública y ayudas a la implantación de nuevas Universidades Privadas.
  • En Dependencia: bajo presupuesto y abandono.

Soportamos un Bonilla que aspira a que Andalucía sea como Madrid a nivel fiscal, porque en servicios públicos ya le hemos alcanzado y superado…, y encima, no es capaz ni de gastar el presupuesto disponible. O sea, aspira a que volvamos a la Andalucía del tópico, la graciosa,  sirvienta de España.

Pero mejor lo explica, magníficamente,  el Profesor Juan Torres en el siguiente enlace:

Eso, que no nos engañen.

LOS PROBLEMAS DE RUSIA

                                    

Como consecuencia de la desaparición y desmembración de la URSS, Rusia es hoy una potencia nuclear y geográfica (17.000.000 de kilómetros cuadrados) con inmensas reservas de hidrocarburos, pero a la vez, un enano económico. Su PIB es poco mayor que el de España es decir, su población que triplica la nuestra: 145.000.000 de habitantes, vive con poco más de lo que produce nuestro país en un año. Los rusos tienen un nivel de vida modesto y en todas partes se puede observar a los jubilados trabajando en tareas subalternas porque allí las pensiones no dan para vivir. Esto va unido a una conciencia dolorosamente viva de haber sido, en épocas no lejanas, un país decisivo en el concierto de las naciones y de carecer hoy en día de esta condición.

Hubo un momento con Boris Yeltsin que pareció que Rusia se integraría en la UE e incluso en la OTAN (Una vez desaparecido el Pacto de Varsovia) y algunos pensamos que tal vez se hiciera realidad el sueño del general De Gaulle de una Europa desde el Atlántico hasta Los Urales. No fue así y hoy Rusia está gobernada por un autócrata resentido que ha traído, cuando parecía olvidada, la guerra a Europa.

Se dice con razón que: «La verdad es la primera víctima de la guerra» y que de la guerra: «Todos salimos más pobres». Ambas afirmaciones nos parecen ciertas. En la guerra que libran Rusia y Ucrania, es difícil discriminar los hechos, la verdad, de la propaganda bélica de ambos bandos contendientes; pero, contando con esto, podemos constatar que hay un país agresor y otro agredido, uno que bombardea y otro bombardeado, un país invasor y otro invadido y que la diferente potencia militar (sin contar con el arma nuclear) entre una nación y otra, es sideral. No obstante, Zelenski por su habilidad dialéctica especial va ganando la guerra de la propaganda y se ha granjeado las simpatías de medio mundo y, lo que es más importante, un gran surtido de armas de precisión. Con respecto al segundo aforismo, es claro que vamos a salir empobrecidos de esta confrontación. En primer lugar Ucrania, que ya está parcialmente arrasada y muy probablemente perderá parte de su territorio y, además, no se sabe cuándo recuperará el PIB anterior a la guerra. Su reconstrucción exigirá cuantiosos desembolsos y ayuda internacional. En segundo lugar Rusia, que tendrá que vender su gas y su petróleo baratos para compensar el embargo de los países europeos, sufragar los inmensos gastos de su aventura bélica, además de convertirse en un paria financiero internacional. En tercer lugar toda Europa, a la que el conflicto ya le está restando puntos de crecimiento ante un horizonte de incertidumbre económica. Por no hablar de la hambruna que puede provocar en los países africanos la falta del cereal ucraniano y ruso.

Así pues, esta guerra es un desastre literalmente para todo el mundo. Rusia no puede perderla porque sería el fin del escaso crédito internacional que le queda y desde luego el fin de Vladimir Putin. Y Ucrania tampoco puede perder porque ni su ejército ni su pueblo, ni Europa ni EEUU, van a aceptar su derrota en el campo de batalla,

Cuando Rusia y Ucrania lleguen a la conclusión de que ninguna de ellas puede ganar esta guerra y se alcance un punto de equilibrio en los frentes abiertos, se acordará un alto el fuego y comenzarán las conversaciones de paz. Ojalá sea pronto.