PREGUNTAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

PREGUNTAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Concluida la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP25), en Madrid, para tratar sobre medidas contra el calentamiento global, se ha vuelto a remachar la incidencia del quehacer del hombre sobre el incremento de la temperatura en el planeta que los especialistas tienen como muy negativo.
Según un número considerable de expertos las consecuencias de esta evolución serán muy contrarias para la vida de la especie humana, pero está dentro de lo posible que las medidas que los países proponen llevar a término, tras reuniones maratonianas para corregir la situación además de tener una dudosa vinculación y ser calificadas de poco ambiciosas por parte de los profesionales de las protestas medioambientalitas, no estén en concordancia con la realidad de la población mundial. Pueden llegar incluso a tratase de una parodia y a esa conclusión puede llegar cualquier persona con criterio que piense con un poco de conocimiento y seriedad en la realidad de la especie dominante que habita en el planeta.
Hay numerosos datos sobre la realidad de la humanidad que pueden servir para formarse una opinión sobre la validez de las medidas que proponen para corregir el cambio climático, lo mismo que sobre estudios y programas de todo tipo que se manejan para valorar cómo será el clima en los próximos años y sus consecuencias nefastas sobre la vida en la Tierra, a pesar de estar la palabra sostenibilidad en la boca de todos los políticos como si fuera mágica y bastara con pronunciarla para solucionar todos los problemas.
En este modesto artículo se pretende recoger unas cuantas cifras con las que cualquier persona, con un mínimo de sentido común, pueda hacer una valoración de la realidad en que vivimos y de su posible modificación a favor del medio ambiente.
En la UE hubo 1.106 millones de pasajeros que utilizaron las líneas aéreas, durante el año 2018 (según Eurostat); en US más de 989 millones (según IATA) datos muy positivos para los industriales y los trabajadores dedicados a las actividades turísticas, dado que se están convirtiendo en la primera fuente de riqueza a nivel mundial.
En la UE circulaban 260 millones de automóviles
en el año 2016, con una población de 510 millones de habitantes (datos de motor 1.com); en US 258 millones de automóviles (según Expansión) con una población de 327 millones de habitantes, lo que sin duda es una buena noticia para los industriales y los trabajadores del sector de fabricantes de estos ingenios y de los combustibles que consumen, pues ambos están entre los que encabezan la producción industrial de los países desarrollados.
Según Tercer Mundo Editores en el planeta hay 3.386 millones de pobres de los que 1.200 millones se encuentran en una situación de pobreza extrema.
Ante todos estos datos, de fácil interpretación, pueden surgir muchas preguntas relacionadas con el medio ambiente y el fenómeno llamado de cambio climático provocado por las actividades de los seres humanos. Algunas de estas posible preguntas se formulan a continuación y se dirigen a los científicos porque a los políticos, dado su alto grado de incompetencia, es mejor no distraerlos para que sigan jugando con esa marioneta nórdica con cara de pocos amigos con la que pretenden distraer al personal.
La primera pregunta es:
¿El planeta podría mantener a los miles de millones de pobres mencionados al mismo nivel de bienestar de esos millones de viajeros que utilizan el avión o los que circulan en coche por las carreteras europeas y norteamericanas, de acuerdo con los deseos de cualquier persona de buena voluntad para luchar contra la desigualdad?
La segunda pregunta es:
¿Sería más viable, siempre a favor de corregir el cambio climático, sacar del bienestar que gozan un alto porcentaje de los ciudadanos de los países que se califican como ricos y llevarlos a la situación de esos miles de millones de pobres mencionados respetando lógicamente el bienestar o incluso la opulencia de los dirigentes?
La última pregunta quizá sea más fácil de responder por parte de los científicos:
¿La generación y el uso masivo de las llamadas energías renovables incidirán también de forma negativa en el cambio climático?
Antes de responder a esta pregunta, convine indicar que, de hecho hay ya trabajos sobre la incidencia en el clima, con incremento de la temperatura, del uso masivo de aerogeneradores en determinadas zonas geográficas.
Estas son algunas de las preguntas que, formuladas desde la realidad del momento actual, ponen en duda la posibilidad objetiva de la sostenibilidad del medio ambiente en el devenir del mundo, poco propicio a revertir la historia en su desarrollo económico.
¿Cómo hacer entonces? ¿Qué medidas tomar?

PLAGAS DE ROEDORES Y DE PALOMAS

PLAGAS DE ROEDORES Y DE PALOMAS

Según los expertos en la materia en las grandes ciudades hay cuatro roedores por cada habitante, en las instalaciones del subsuelo para la evacuación de las aguas residuales. Aseguran, también, que prestan un servicio a la sociedad al eliminar materia orgánica desechada.
Los expertos indican que permanecen en su habitas, es decir bajo el suelo de las ciudades, donde se desarrollan, y cuando llegan a la superpoblación es cuando salen al exterior buscando otros ámbitos vitales.
En esta ciudad, Sevilla, la superpoblación de roedores es más que evidente porque no es raro encontrarlos corriendo por las aceras, entrando en locales públicos, buscando refugio en los vehículos aparcados o invadiendo los domicilios particulares.
Es también criterio de los expertos que los servicios de plagas, de lo entes locales, son los responsables de mantener el adecuado equilibrio, con sus tratamientos, impidiendo así que se llegue a la superpoblación de roedores y originen una plaga que invada la superficie urbana de la ciudad con consecuencias nefastas.
La sensación que produce entre los ciudadanos la presencia excesiva de roedores, es evidente en esta ciudad y no puede ser más alarmante. Es cierto que existe en el subconsciente de los ciudadanos el temor a estos animales, que destruyen cuanto encuentra y son trasmisores de enfermedades. Fueron protagonistas de las tremendas epidemias de la peste, por ser los trasmisores, y provocan en la actualidad una mayoritaria repulsa.
El Ayuntamiento de Sevilla puso en práctica un plan en enero de 2018 para llevar a cabo un control de plagas en colaboración con la empresa pública EMASESA para que tratara todo el alcantarillado. Al parecer consideraron que las estructuras municipales administrativas de este municipio no tenían capacidad para prestar el servicio de luchar contra esta plaga.
Al margen de la efectividad de los funcionarios municipales, los mejor pagados de todas las Administraciones Públicas y los que prestan peor servicio, es imprescindible acabar con la evidente sobrepoblación de roedores en esta ciudad.
En Sevilla era una tradición que las palomas, todas blancas por cierto, estuvieran en el parque de María Luisa, en la plaza de América, donde iban los habitantes de la ciudad y los visitantes a darle de comer, con paquetes de semillas de cañamones que se adquirían, allí mismo, de unas vendedoras.
En la actualidad las palomas han invadido la ciudad y no son las blancas de la plaza de América, las hay zuritas, marrones, negras. . ., de todos los colores y en todos los lugares. Y ya no es necesario comprar los paquetes de semillas de cañamones, porque hay ciudadanos que llenan las aceras de pan duro para alimentarlas.
Las palomas, aunque no lo parezca, son también portadoras de enfermedades y sus excrementos, llamados palomino, son muy corrosivos pues en contacto con el agua crean un fuerte carácter ácido. Por esta razón son causantes de que se deterioren los monumentos donde se instalan para reproducirse, lo mismo que en las casas particulares, donde anidan también.
En la actualidad son una plaga en la ciudad y su número irá en considerable aumento, dado que no tienen ningún depredador que puede hacer que no se incremente la población.
El ayuntamiento ha mencionado la posibilidad de poner en marcha mecanismos para esterilizar a las palomas, pero por el continuo aumento de la población o no ha decidido poner en marcha el mecanismo o de ponerlo no ha funcionado.
En cualquier caso es responsabilidad de la Administración Local terminar con ambas plagas que afectan, para mal, a los ciudadanos.

LA ENSEÑANZA, OTRA VEZ

LA ENSEÑANZA, OTRA VEZ

La ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, que actúa también como portavoz del gobierno, tuvo la ocurrencia de manifestar el día 14 de noviembre -en el XV Congreso de Escuelas Católicas que se celebraba en Madrid-, que la elección de centro por parte de los padres para la educación de sus hijos no es un derecho que avale la Constitución del 78.
El viernes siguiente la señora ministra rectificó cuando como portavoz del Gobierno hizo la correspondiente rueda de prensa, pues tranquilizó a los padres de familia en relación a su derecho de la libre elección del centro docente para sus hijos. Lo que quería decir que ellos seguirían eligiendo el colegio dentro de las limitaciones propias del número de plazas disponibles.
En el fondo de estas manifestaciones está el tema que lleva años como causa de polémica sobre la enseñanza de la religión en los centros docentes. Tanto la postura de los que se inclinan por defender que la enseñanza de la religión debe ser impartida en las sedes de las que disponen las diferentes organizaciones religiosas, como los que se inclinan por defender que se impartan en los colegios, tienen derecho a defender sus opiniones. Se trata en definitiva de una polémica que está viva y seguirá siendo la base de controversias, pero nunca debería ser motivo para pronunciamientos radicales e inadecuados, aunque indudablemente será el gobierno que elijan los españoles el que deba decidir sobre una cuestión que en ninguna de las dos alternativas tiene un respaldo constitucional, pero que se decida lo que se decida debe estar en la legalidad.
Lo realmente sorprendente es que ningún ministro de educación, hasta la fecha, se haya pronunciado de manera rotunda sobre el grave problema que tienen los ciudadanos catalanes no independentistas con la enseñanza de sus hijos, lo que también se da aunque con menor gravedad en otras Comunidades Autónomas.
En realidad, los diferentes gobiernos se han centrado en preparar leyes para regular la enseñanza a su gusto, aunque posiblemente las diferencias entre unas y otras no sean tan relevantes que impidan que de una vez se haga una norma con el consenso de las principales fuerzas políticas de este país, para que perdure durante el tiempo que la evolución de la sociedad y los avances en los conocimientos didácticos lo permitan, y que las modificaciones que sean necesarias se hagan con el consenso conveniente.
Lo que no ha hecho ningún Gobierno ha sido potenciar el papel de la Alta Inspección de Educación, del Estado, para que los gobiernos de las diferentes Comunidades Autónomas dejen de cometer disparates con la enseñanza y trasmitan a los alumnos conocimientos parciales y con frecuencia falsos sobre la historia de su país que es España y su extraordinaria cultura, y sobre todo impida que en Cataluña se sometan a los alumnos a vejaciones, lo que ocurre con aquellos a los que se les impide estudiar en su lengua materna, el español, el primer idioma del Estado, a tenor del artículo 3,1 de la Constitución: “El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla”.
Es, pues, intolerable por inconstitucional que se humille en las escuelas a los hijos de los miembros del Fuerzas de Seguridad del Estado por el simple hecho de serlo, que le exijan a los alumnos que se pronuncien si son o no son independentista, que se castigue y ridiculice a los alumnos por pintar una bandera de España o porque lleven algún signo identificativo del Estado al que pertenecen, y que se les adoctrine en contra del resto de España y de los españoles como si fueran de una raza diferente e inferior y en definitiva se promocione el racismo. Y así se podría continuar con otras muchas otras vejaciones que se producen en los centros catalanes que se supone se dedican a la docencia.
Nunca hasta le fecha un ministro del Gobierno de España además de denunciar públicamente, con claridad y rotundidad, tal situación ha tomado las medidas necesarias para impedir los múltiples abusos del fanatismo independentista que por supuesto, esos sí, están fuera de la ley y de la Constitución como Ley de leyes.