VENEZUELA

VENEZUELA

La historia de la República de Venezuela está próxima a cumplir los dos siglos, y en tan amplio periodo de tiempo es difícil encontrar espacios prolongados que estén libres de convulsiones económicas, políticas, militares y sociales. Forjar una idea sobre tantos años de inestabilidad por medio de unas líneas es complicado, pero vale la pena intentarlo dando ciertos datos muy esquemáticos, que trasmitan una idea sobre la complejidad de las vicisitudes por las que ha pasado esta República Sudamericana a lo largo de sus años de historia. De hecho, sus turbulencias y problemas sociopolíticos y económicos, a pesar de su riqueza natural, tienen una clara incidencia negativa en su ranking latinoamericano y mundial respecto al índice de desarrollo humano de los cinco últimos años. Pero, veamos aspectos históricos de interés-
La revolución de los criollos a favor de la independencia de España se inició el 19 de abril de 1810, formando una especie de gobierno autónomo. Antes de esta fecha tuvieron lugar, a lo largo del siglo XVIII, diferentes intentonas a favor de la emancipación de la metrópolis del origen más diverso, alguna de ellas con el apoyo de terceros países.
Antes de la batalla naval del Lago de Maracaibo, la última que dieron las fuerzas realistas, que tuvo lugar en 1823, las secuencias de enfrentamientos sangrientos entre las tropas españolas, las de los rebeldes y entre ellos mismos fueron muy numerosos. Tales hechos de guerra acaecieron paralelamente a que los rebeldes constituyeran hasta tres repúblicas, todas de corto recorrido y sin que lograran la independencia real de España.
La secesión de Venezuela de la Gran Colombia tuvo lugar en mayo de 1830, cuando se instó al congreso de Valencia, para tomar decisiones sobre el distrito Venezuela y adaptar una nueva Constitución. La Gran Colombia la formaban básicamente los países actuales de Colombia, Panamá y Venezuela.
La República de Venezuela desde su independencia pasa, según algunos historiadores, por cinco periodos bien diferenciados:
– Primer Periodo. Caudillismo y Guerra Federal.
El Estado estuvo generalmente bajo el mandato de militares y los hechos más significativos fueron que a partir de 1831 hubo una primera etapa de prosperidad económica, hasta la llamada Revolución de las Reformas y la crisis económica mundial de 1838, que afectó mucho al país. Tuvieron lugar disputas territoriales con los británicos. Se desencadenó la llamada Guerra Federal que terminó en 1863. La Revolución Azul tuvo lugar en 1867 que finalizó con el Tratado de Antimano. Gobierno de los azules.
– Segundo Periodo. Liberalismo Amarillo.
En 1870 tiene lugar la Revolución de Abril y toman el poder, por la fuerza, los liberales. En 1879 acontece la Revolución Reivindicativa. La Revolución Legalista, en 1882, establece el voto directo y se limita a cuatro años la presidencia. La rebelión de Queipa es derrotada. En este periodo hay un total de diez presidentes y el resultado final es una recesión económica.
– Tercer Periodo. Hegemonía Tachirense.
Levantamiento militar en Tachira, un Estado venezolano. En 1901 elección de presidente por Asamblea Nacional. 1903 Revolución Libertadora, última rebelión caudillista. 1908 golpe de estado y nueva Constitución. 1929 Movimiento de estudiantes universitarios y golpe militar. 1936 inicio de transición democrática. 1943 Ley de Hidrocarburos. En 1945 se produce un golpe militar. – Cuarto Periodo. Militar.
Nueva constitución en 1947 recoge el sufragio directo y femenino. Rómulo Gallegos primer presidente electo en 1948, golpe militar y junta militar. 1950 asesinato del aspirante a presidente. 1952 votaciones para asamblea constituyente. 1953 nueva Constitución regresiva, aumenta la emigración europea. El decenio de 1950 se considera de boom económico por el petróleo. De 1952 a 1958 tiene el incremento económico mayor de Occidente. 1957 plebiscito presidencial y rebelión militar fallida. 1958 movimiento cívico militar 23 de enero triunfo de rebelión y Pacto de Punto Fijo. Presidente Rómulo Betancourt.
– Quinto Periodo. Democracia.
En 1960 se constituye la Corporación Venezolana del petróleo. Se crea la OPEP. En 1961 nueva Constitución. Atentado contra Betancourt. Insurgencia armada inspirada por el partido comunista. 1962 revuelta en Carúpano y Puerto Cabello. Tras elecciones de 1963 ataque guerrilleros. 1967 invasión en las playas de Machurucuto por guerrilleros y Cuba. 1969 nuevas elecciones y rebelión de Rupununi.
1970 Protocolo de Puerto España, pacto definitivo con los guerrilleros. 1974 elegido presidente Carlos Andrés Pérez. 1975 nacionalización industria del hierro y el petróleo. 1979 nuevo presidente. 1983 viernes negro se desata una profunda crisis económica. 1987 tensión con Colombia. 1988 vuelve Carlos Andrés Pérez. Intentona de Hugo Chávez 1992 de golpe de Estado. 1993 destitución de Carlos Andrés Pérez. Revolución bolivariana.
Hugo Chávez presidente al ganar elecciones en 1998, nueva Constitución. 2002 intentona golpista, Hugo Chávez se mantiene. Consolida las relaciones con Cuba. Los acontecimientos no son favorables al desarrollo económico y al bienestar de la población.
Tras la muerte de Hugo Chávez y la llegada de Maduro al poder la situación económica y social empeora hasta extremos insospechados. Margina la Asamblea Nacional elegida en elecciones democráticas y crea a su gusto otra Asamblea. La inflación llega a ser de 10.000.000 por ciento y el desabastecimiento de productos básicos es total. Se suceden los intentos de golpes de Estado. En la geopolítica mundial, las potencias maniobran para reafirmar sus posiciones con relación a Venezuela.
La incógnita está en saber si USA permitirá que Venezuela sea una nueva Cuba en el continente Americano.

DE LA REFLEXIÓN DE LOS RETOS DEL DÍA «D»

DE LA REFLEXIÓN A LOS RETOS DEL DÍA “D”

El día de reflexión especial fue el anterior al de las votaciones generales del presente 28 de abril. El día «D» es el posterior a las elecciones generales, es decir, el siguiente a las votaciones. Despejado el escenario de incertidumbre y enfrentamientos partidistas, conviene ahora retomar los retos planteados en el contexto de un nuevo horizonte.

Ya no valen latiguillos ultramontanos o levantiscos como el de «Tiempo de rojos, hambre y piojos»; o el de «home roig i gos pelut primer mort que conegut». Eso se remonta al ayer de la Dictadura. Hecho el ejercicio de desentrañar lo mejor de la Constitución de 1978, que nos ha permitido vivir en paz y en justicia, importa afianzar la separación de poderes: legislativo, ejecutivo, y judicial, pero viendo la forma también de poder garantizar declaraciones de intenciones y derechos propios de los principios rectores de la política social y económica (objeto del capítulo III de la Constitución), así como una mejor organización territorial y distribución de competencias, con sentido federal integrador, en ningún caso excluyente (ver el título VIII de la mencionada Constitución de finales de 1978).

Hoy me resulta significativa una comunicación próxima a los cuarenta que ha ejercido su voto, y que en familia, dice lo siguiente:
“En nuestra Mesa Electoral terminamos las tareas sobre las 23: constatando una participación del 80%… Tras el día de ayer, veo un horizonte de Gobierno (PSOE+UP) …, que necesitará de pactos concretos (con ERC, y/o con PNV, …). Espero que algunas cosas se sea capaz de sacarlas adelante con más consenso. Es un horizonte propio para vislumbrar alguna posible reforma de calado. Los escaños nacionalistas, que suman más de 30, no es poca cosa, y podrían tenerse en cuenta para mejorar el encaje territorial, evolucionar y empezar a hacerlo desde el propio marco constitucional. Esperemos que las fuerzas independentistas lo comprendan así, mirando el interés general y no el de cada nacionalismo de forma independiente. Sería incluso deseable pactar también aspectos importantes de Estado con Ciudadanos, pero esta fuerza no parece que vaya a mostrar un talante colaborador… Vamos a ver como se evoluciona»
El lenguaje bélico, de soberbia e hinchazón, es poco cervantino y muy poco renacentista; conviene templar hasta las cuerdas vocales y los gestos, para mejorar racionalmente y cordialmente en nuestro amor humano colectivo hacia la sociedad, el Estado y la Comunidad Humana. Hay que seguir proclamando la voluntad de:
1. Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las Leyes conforme a un orden económico y social justo.
2. Consolidar el Estado de Derecho
3. Proteger a todas las personas españolas y a todos los pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
4. Promover el progreso de la cultura y de la economía para garantizar una digna calidad de vida 5. Establecer una sociedad democrática avanzada, y
6. Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra (nuestra madre Tierra, que debemos cuidar).

Por todo lo dicho, precisamente, fuimos capaces, en su día de constituir y construir un Estado Social y Democrático de Derecho, que propugna valores superiores mirando el Interés General y el Bien Común. Avancemos, pues, en garantizar derechos humanos, que deben ser fundamentales e inalienables en toda persona humana y en toda familia, comunidad o sociedad civil de convivencia respetuosa e intercultural o transcultural.

EL PSOE GANA LAS ELECCIONES GENERALES 2019: NO HABRÁ INVOLUCIÓN EN ESPAÑA

EL PSOE GANA LAS ELECCIONES GENERALES 2019: NO HABRÁ INVOLUCIÓN EN ESPAÑA.

El pueblo español, una vez más, ha dado muestras de su sapiencia y generosidad, otorgando cuatro años a la izquierda representada por el PSOE para gobernar este país. Se ha demostrado también que la moderación, la sensatez , el sentido común y los hechos, rinden beneficios electorales.
Por el contrario, la crispación, el insulto, la mentira y las posiciones extremistas pueden castigar electoralmente a quien las practica. La competición en el ámbito de la derecha por quitarse el sambenito de “Derechita cobarde” y aproximarse a los ultras, ha resultado finalmente letal para esas formaciones políticas.
Las políticas desarrolladas por el gobierno socialista en sus escasos 10 meses de vida, han mostrado de manera palpable que se puede y se debe legislar y gobernar en beneficio de la mayoría de la población asegurando sus derechos y mejorando su calidad de vida. Los electores han avalado la subida a 900 euros del SIM (Salario mínimo interprofesional) la lucha contra la brecha salarial hombres-mujeres, la reposición de funcionarios a todos los niveles desde médicos a guardias civiles, pasando por docentes, la subida de las pensiones o la mayor atención y protección a las mujeres de este país que por serlo, al parecer,se han constituido en un grupo de riesgo. El combate contra una de las formas más descarnadas, crueles e injustas de pobreza: La infantil. Junto a esto hemos tenido una política exterior digna de tal nombre donde la mente europeísta y global de José Borrel, ha permitido defender los intereses de España con el plus añadido de desmontar el relato indepe de los pobres demócratas privados de sus derechos. Hemos arrancado alguna ventaja en el asunto de Gibraltar aprovechando el Brexit y! por fin¡ hemos jugado el papel que nos corresponde en el escenario internacional. Pedro Sánchez ha hecho más política exterior y viajado más en 10 meses que Rajoy en sus mandatos.
Han avalado también su posición dialogante con respecto a Cataluña cuyo problema habrá de resolverse dentro de un acuerdo político en el seno de la Constitución Española.
Todo ello con unos presupuestos prorrogados, conteniendo el déficit y con la enemiga de un PP enrabietado por la pérdida del poder, mayoritario en la Cámara y dominador absoluto del Senado.
Así pues, el resultado de estas elecciones ha venido propiciado por el apoyo a la agenda social y política del gobierno socialista, la mesura y el dialogo en la cuestión territorial y la negativa rotunda de las españolas y los españoles a ser gobernados por una conjunción de derechas extremista y montaraz.
Partiendo de estas premisas y con una participación del 75,76% vamos a analizar brevemente los resultados y la posición relativa de las fuerzas políticas que han batallado en esta liza.
PSOE. Con 123 diputados/as es el ganador indiscutible de estas Elecciones Generales y lo hace en toda España salvo País Vasco, Cataluña (Donde crece sustancialmente) Navarra y alguna ciudad autónoma. El voto de la izquierda se ha concentrado en el partido que mejor garantiza la estabilidad, la unidad y el progreso de la sociedad en el marco de la socialdemocracia. Ha obtenido también mayoría absoluta en el Senado.
PP. Ha sufrido una derrota histórica sin paliativos. Obtiene 66 diputados y pierde 3.600.000 votos y 71 diputados. Sus electores más templados no han entendido su radicalización y su asimilación a la extrema derecha. Su ala derecha ha volado hacia Vox, en definitiva, una escisión del PP. Su ala liberal y alguno de sus cuadros han recalado en Ciudadanos. Es decir ha perdido miembros y votantes a chorros, lo que explica la sangría que han padecido. De manera nítida le ha perjudicado la fragmentación del voto de derechas.
CIUDADANOS. Casi han doblado el número de sus escaños pasando de 32 a 57 en las recién celebradas elecciones. Su crecimiento ha sido espectacular, pero no logra sus dos principales objetivos: “Echar a Pedro Sánchez de la Moncloa” y sobrepasar al partido popular. Su intento de poner un “Cordón sanitario” al partido socialista, a la luz de los resultados parece un poco ridículo y lo aísla de cara a posibles pactos.
UNIDAS PODEMOS. Cae desde los 71 diputados a los actuales 42. Clara derrota que les impide jugar el papel central al que aspiraban. Y ello a pesar de su buena campaña y al tirón de su líder en los debates televisivos.
VOX. Entra en el Congreso con 24 diputados. Una fuerza considerable pero menor de lo que esperaban. Su lenguaje bronco y su retórica neofranquista, ha cosechado votos en la extrema derecha pero también ha movilizado a los electores de izquierda. Veremos si se consolidan en las próximas elecciones, de momento es mucho más el ruido que las nueces.
ERC, JxCAT y PNV. Ganan en Cataluña y País Vasco. Llama la atención que los republicanos -15 Escaños- doblan al equipo del prófugo de Waterloo, y el PNV avanza en el País Vasco.
Con este panorama los socialistas tenemos la gran responsabilidad de gobernar este país avanzando en su progreso social. Es la hora de apoyar sin reservas esta Ejecutiva y a su Secretario General y presidente del gobierno de España. El PSOE es un instrumento de transformación social al servicio de la sociedad española y no un campo de batalla donde dirimir asuntos personales.