HACIA LA REFUNDACIÓN DE NACIONES UNIDAS

HACIA LA REFUNDACIÓN DE NACIONES UNIDAS

Por José Mora Galiana

Tras los hechos terroristas de los días 16 de agosto en Alcanar (Tarragona), el 17 en la Ramblas de Barcelona, y el 18 en Cambrils (Tarragona), se ha escrito desde distintos puntos de vista sobre redoble de la seguridad, sobre recelos y descoordinación institucional –en el contexto del proceso secesionista catalán-, sobre yihadistas y musulmanes e inmigrantes, sobre las amenazas del ISIS a España – incluso concretamente a Andalucía-, sobre la necesaria cooperación entre los Estados de la Unión Europea, sobre la Ley de Seguridad Nacional (LSN)…, y también sobre la urgente refundación de Naciones Unidas (tal como viene postulando Federico Mayor Zaragoza (ahora en su artículo: «Ante amenazas globales, alianzas globales»).

Como viene a decir Josep Fontana, en El siglo de la revolución, análisis histórico de 1914 a 2017, estamos ahora inmersos en “La era de la desigualdad”, desigualdad en las sociedades desarrolladas y desigualdad de la Naciones, con muchos interrogantes abiertos hacia el futuro. Quizás por ello, más allá de La España Autonómica – que planteaban Tierno Galván y Antoni Rovira en la primavera de 1985- y más acá de El mito nacionalista –en la crítica de Fernando Savater de 1996, convenga subrayar o entresacar de las recientes reflexiones de Mayor Zaragoza, los siguientes puntos (ver http://www.desarrolloliberador.blogspot.com):

1) Es urgente actuar de tal modo que se eviten tantas y tantas víctimas, y tantas y tantas muertes, teniendo en cuenta que todas las vidas humanas del mundo valen lo mismo, y que todas las muertes y todas las víctimas son personas de la Comunidad Humana, ya sean víctimas del terrorismo, del sistema de la carrera armamentística (4.000 millones de dólares diarios de gasto), ya sean víctimas – cotidianas, infantiles, y anónimas- del hambre, la desnutrición y las enfermedades, o de las migraciones de personas y comunidades que buscan un lugar mejor para poder vivir con dignidad.

2) «La Europa insolidaria que nos estremece y sonroja no sólo es incapaz de llevar a cabo la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea sino que aplaza el cumplimiento del gran acuerdo de cooperación que ya se ha proyectado en varias ocasiones para hacer frente al terrorismo, mediante una serie de medidas bien articuladas: coordinación permanente con intercambio de datos, experiencias, … por medio de los servicios de inteligencia en interacción constante a escala europea, y sustancial incremento del número y preparación de los agentes de seguridad, adoptando todas las medidas preventivas posibles y evitando las acciones que pueden incitar el rencor, la animadversión, el fanatismo. »

3) Tolerancia cero con la yihad, pero igual contundencia con todo tipo de terrorismo, con el racismo de Le Pen, con las manifestaciones fascistas y neonazis, y los alardes de supremacía de algunos ciudadanos blancos de los Estados Unidos, y…tolerancia cero con los países árabes que, desde su colosal riqueza, han acallado las reacciones internacionales por su permanente y descarada ayuda a las variantes del islamismo violento que fomenta el ISIS…

4) «La única manera de impedir nuevas acciones bélicas inaceptables, de encauzar conflictos armados en curso, de desmantelar tráficos de toda índole, de mediar con autoridad en situaciones de enfrentamiento en cualquier parte… es reforzar el multilateralismo democrático, convocando al efecto, con urgencia histórica, con el apoyo generalizado de los Medios de Comunicación, una Asamblea General de las Naciones Unidas que resolviera la eliminación de los medios masivos de exterminio, facilitar los procesos de paz y garantizar la habitabilidad de la Tierra. Estas Naciones Unidas cumplirían, por primera vez desde su fundación, lo que establece la Carta: «Nosotros, los pueblos», y permitiría la adopción unánime de un nuevo concepto de seguridad. La Asamblea General contaría con el 50% de representantes de los Estados y el 50% de representantes de entidades de la sociedad civil. Al Consejo de Seguridad actual se le añadirían un Consejo Socioeconómico y otro Medioambiental. »

Lo de la descoordinación supuesta o real entre los responsables del Estado Español y la Comunidad Autónoma de Cataluña por la no aplicación inmediata de la LSN es, o puede haber sido, una falta grave de responsabilidad o una deficiencia institucional en el conjunto de carencias de voluntad política efectiva que nos aquejan globalmente en la Comunidad Humana Mundial.

Sabemos de la poca voluntad política de las grandes potencias mundiales para ponerse de acuerdo en caminar hacia la Paz Perpetua, fomentar el federalismo político solidario y refundar, en consecuencia, Naciones Unidas para que sea efectiva y operativa ante los grandes retos de la Comunidad Humana. Nuestra obligación ética y política es insistir, no obstante, una y otra vez, en esa exigencia con el fin de lograr: a) una mayor igualdad, seguridad y libertad para toda persona humana y para todos los pueblos del Planeta Tierra; b) una justa distribución de la riqueza; c) la necesaria corresponsabilidad en el desarrollo económico solidario; y d) la conservación adecuada del Medio Ambiente –como Patrimonio de la Humanidad- a transmitir a las generaciones venideras, en cuanto que Casa Común de toda persona humana.
José Mora Galiana