BERNTE SANDERS: ¿UN SOCIALISTA EN LA CASA BLANCA?

BERNIE SANDERS: ¿UN SOCIALISTA EN LA CASA BLANCA?

Estados Unidos sigue siendo la nación más poderosa e influyente del planeta y lo que allí ocurre nos afecta, especialmente a Europa, en mucha mayor medida de lo podemos imaginar, hasta el punto de considerar una injusticia que el presidente de Estados Unidos, sea elegido solo por los estadounidenses y no por todos los que constituimos el llamado “mundo occidental” que compartimos valores, alianzas, responsabilidades y en definitiva el sistema de democrático base de las modernas sociedades actuales.
El sistema electoral estadounidense es ciertamente complejo y está basado en elecciones primarias o caucus que, son asambleas partidistas que deciden a quien votar entre los candidatos que se presentan a las elecciones presidenciales y determinan el número de delegados que tendrá cada candidato, para luego ser nominado en la Convención del partido. Es por tanto, una elección indirecta que se prolonga durante casi 6 meses y recorre todos los Estados que conforman USA. Las normas para votar en los caucus varian de un Estado a otro desde las más cerradas ; solo participan los miembros del partido, hasta las más abiertas; pueden votar todos los electores de ese Estado, pasando por las mixtas.
Una vez terminado el proceso, el Partido Demócrata y el Partido Republicano, celebran sus respectivas convenciones y deciden formalmente sus candidatos presidenciales.
Dentro de este contexto electoral, nos ha llamado la atención la figura de Bernard Sanders que, a sus 74 años, con un discurso nuevo e ilusionante de igualdad y justicia social, ha arrastrado a los caucus del Partido Demócrata a numerosos jóvenes, que lo han votado convirtiedolo en un serio adversario para Hilary Clinton y en aspirante a la Casa Blanca. Pero ¿Quién es este senador por Vermont? Que, con una ideología socialdemócrata, ha conseguido disputar al poderoso clan de los Clinton la candidatura a la presidencia. Es hijo de emigrantes judíos polacos cuya familia paterna fue asesinada en el holocausto. Este neoyorquino de Brooklyn comenzó a intervenir en política desde sus años universitarios, militando en la Unión Socialista de la Juventud –YPSL en sus siglas en inglés- brazo juvenil del Partido Socialista de América. Participó activamente en el movimiento por los derechos civiles de los años 60 y 70 y, a la vez, en las movilizaciones pacifistas y anti-bélicas de aquellos años. Por supuesto, se opuso a las guerras de Viet Nam y después de Irak.
Alcalde de Burlington (Vermont) en 1981 es reelegido por tres mandatos. Además de éxitos notables en otras materias hizo campaña contra un especulador inmobiliario de la ciudad, que buscaba convertir una propiedad industrial ribereña en casas de lujo, hoteles y oficinas. Sanders se opuso con el lema “Burlington no está en venta” y apoyó con éxito un plan para convertir la ribera en un área de usos múltiples con viviendas, parques y espacios públicos. Actualmente la línea costera cuenta con parques y kilómetros de playas públicas, con ciclopistas, embarcadero y un Centro para la Ciencia. Burlington es considerado ahora uno de los mejores lugares para vivir en USA.
Despues de 4 mandatos, este Licenciado en Ciencias Políticas no se presenta en 1989 y dedica un tiempo a dar clases en la Universidad de Harvard.
Estuvo 16 años en la Cámara de Representantes como independiente donde se enfrentó a demócratas y republicanos acusándolos de “trabajar para los ricos”. Destacó asimismo por su oposición a la guerra de Irak.
Sanders Senador desde 2006 por el que el Obama hizo campaña cuando él mismo era Senador, se autodefine como socialista democrático y admirador de la socialdemocracia propia de los países nórdicos europeos. Al presentar su candidatura a la presidencia de USA dijo: “No creo que los hombres y mujeres que defendieron la democracia americana lucharan para terminar en un sistema donde los multimillonarios fueran dueños del proceso político”.
Su campaña en las primarias se financia por medio de pequeñas aportaciones individuales y utilizando las redes sociales e internet. Sus actos públicos congregan a decenas de miles de personas sobre todo jóvenes cansados de la inequidad de la sociedad norteamericana.
Su programa incluye luchar contra la desigualdad económica, el incremento de salario mínimo, la sanidad universal, impuestos a los especuladores financieros de Wall Street, permiso por maternidad en las empresas, ayudas a la incapacidad etc. También defiende el derecho de las familias extranjeras a vivir y a trabajar en USA y el apoyo a los sindicatos. En definitiva, un programa socialdemócrata que ha suscitado un gran apoyo entre la población y ello constituye un fenómeno de gran interés y algo novedoso en la historia de Estados Unidos.
Sanders no va a ganar la nominación del Partido Demócrata a las presidenciales, pero su presencia, su programa y los delegados obtenidos hasta ahora, han obligado a Hilary Clinton a girar a la izquierda y ocuparse de los asuntos sociales mucho más intensamente.
En Estados Unidos están ocurriendo acontecimientos inéditos: Por primera vez hay un presidente afroamericano. Por primera vez va a haber una mujer presidente/a de los Estados Unidos. ¿Para cuando un socialista en la Casa Blanca?

PRAXIS CONSTRUCTIVA: «HACER CAMINO AL ANDAR»

PRAXIS CONSTRUCTIVA: “HACER CAMINO AL ANDAR”

Unir trabajo y pensamiento, reflexión crítica y acción transformadora, desde la actualidad, es ineludible para resolver los grandes retos del presente. Ello implica una reconstitución de la economía política, conjugando tiempo de vida, tiempo de trabajo, productividad, realización personal y realización de todo ser humano; implica también reconstitución del análisis crítico y de las relaciones jurídicas, contractuales, económicas y humanas, en las que se interpreta la visión del mundo en el que vivimos.
¿Qué es primordial la vida humana o las relaciones mercantiles? ¿No es lo jurídico reflejo de nuestras relaciones materiales? ¿No sigue lo jurídico predeterminado por lo económico en las relaciones contractuales? ¿Por qué nos consideramos poseedores de objetos y mercancías o de tierras, territorios y países respecto a los demás? La posesión, el dinero, el capital, el dominio, la mercancía o los objetos tienen fetiche, tienen atracción, tienen “plus valía” y, a su vez, son proyección del instinto y el deseo de apropiación. De ahí la voluntad subjetiva de ser propietario objetivamente, jurídicamente. En este caso, son los objetos los que dan contenido a las relaciones. Pero… ¿dónde queda el trabajo? ¿No pasa el sentido social y colectivo del trabajo a la propia mercancía y al propio mercado?
Nuestras sociedades han constituido un mundo al revés, un mundo donde lo primero no es la vida humana y la convivencia sino el mundo de las mercancías, que -como diría Franz Hinkelammert- refleja objetivamente el reconocimiento mutuo entre las personas como propietarios. ¿Dónde queda el imperativo ético de un Nuevo Contrato Social? En realidad, lo que parece imposible sólo puede verse como posible por medio de la inteligencia y la voluntad humanas, es decir, por medio de la praxis constructiva.
En el contexto de nuestro actual mundo, económicamente globalizado, la sociedad española tiene como cuatro estratos sociales: quienes más tienen y poseen, los que llevan una vida más o menos digna y son capaces de consumo; las personas y familias (especialmente mujeres con carga familiar) que se debaten en la precariedad o con trabajos precarios; y los que sufren graves carencias y exclusión social, a los que hay que añadir las personas –mayores y menores, mujeres y hombres- y familias que llaman a las puertas y no logran entrar… ¿Cómo transformar la realidad? ¿Cómo modificar las relaciones materiales, y las relaciones sociales entre cosas, en relaciones humanas y relaciones de vida (incluida la humanización de las relaciones laborales)? ¿Cómo lograr la igualdad y, de forma concreta y particular la igualdad, de la mujer?
Frente a las actuales estructuras de dominación, decíamos antiguamente que sólo la unión hace la fuerza, conscientes de que las distintas formas de deshumanización revelan la realidad del ser humano afeando así la conducta de quienes lo deshumanizan. En consecuencia, no se trata de destruir ni de deshumanizar al “otro” (a la otra persona, familia o comunidad) sino de reconstruir y de reconstituir. Pues ni vale quedarse mirando espejismos ni basta con que funcione un sistema dado o impuesto sino que se transformen las estructuras injustas y deshumanizadoras en realidades y relaciones humanas.
En este contexto, la ciudadanía europea no puede ni debe considerarse una isla ni una fortaleza ególatra, ni puede permitirse divisiones y enfrentamientos cuando se trata de resolver sus problemas y los de sus vecinos (o el débito que se tiene con las poblaciones de antiguas colonias). Del mismo modo, en España no podremos transformar lo negativo en positivo si no es uniendo voluntades con capacidad de construir en vez de destruir, con capacidad de sumar en vez de restar y dividir o fraccionar. Incluso la memoria histórica nos debe ayudar a reconstruir el presente, de hoy, de mañana y de pasado mañana, en positivo.
Multiplicar potencialidades y capacidades será ineludible en un mundo, actualmente desigual entre menos del 20% rico y más del 80% pobre, que tiene que elegir entre la solidaridad – fraterna y humana -, o la guerra, criminal y asesina.
Pablo Iglesias Posse optó en su tiempo por la solidaridad frente a los poderes fácticos dominantes, y fue y ha sido un referente para el socialismo y la democracia contra todo tipo de Dictaduras Militares, de Dictaduras Capitalistas o de Estados Totalitarios. Hoy la dialéctica no es entre capitalistas y proletariado. La realidad es más compleja y existen diferentes y múltiples desigualdades y estratos sociales. Pero conviene que las generaciones jóvenes tengan conocimiento del significado histórico de su obra, así como de su extraordinaria talla humana, sindical, política y de pensamiento. Su proyección social en la actualidad, al igual que la de María Zambrano (tan olvidada a veces), pro Persona y Democracia, podrían servir de referentes para combatir la creciente distancia entre el discurso político y la acción política, que afecta al conjunto de la ciudadanía, así como para centrarse en la realidad histórica del momento. Sus vidas fueron y son ejemplo de “praxis constructiva”.
Nosotros, los ciudadanos de a pie, los que estamos empeñados en conjugar vida digna, inclusión social, trabajo y pensamiento, nosotros (aunque ya estemos jubilados un buen número y no signifiquemos gran cosa), los obreros, pues somos las principales víctimas de injustas desigualdades, pero también los pensadores (a veces censurados)…. y cualquier persona bien intencionada, debemos combatir todo tipo de guerra, y condenarla, trabajando todo lo que nos sea posible para que no se lleve a cabo enfrentamiento bélico alguno, sino que, por el contrario, se tiendan puentes, prospere la solidaridad, la interculturalidad, el diálogo, la negociación, el entendimiento y la transformación de lo negativo en positivo en bien de nuestros hijos y nietos, en bien de nuestra comunidad o país, y en beneficio de la gran Comunidad Humana. Ese es el reto de lo imposible que se hace posible: la praxis constructiva de la solidaridad efectiva, en libertad, fraternidad e igualdad.
La Política es, sobre todo, el arte de evitar la guerra, transformar y construir la ciudad, y hacer posible la convivencia solidaria, conjugando el tiempo de la vida con el tiempo del trabajo en sociedad. Lo imposible mueve lo posible si se traduce en realidad. Como dice Hinkelammert sobre la reconstitución del pensamiento crítico: “El tiempo concreto es el tiempo en el cual sigue a nuestro presente el presente de mañana y de pasado mañana. Es el presente de mañana en el cual vivirán nuestros hijos y los hijos de sus hijos”.
La praxis de la construcción, o de la traducción en hechos, consiste en ir haciendo posible lo que parece imposible: que los mercados estén cada vez más al servicio de la vida humana y lograr que el ser humano (igual la mujer que el hombre) vaya siendo, efectivamente, sujeto de su vida real y concreta. El camino es largo, pero… “se hace camino al andar”.

EL MANEJO Y LA MANIPULACIÓN DE LAS CIFRAS

EL MANEJO Y LA MANIPULACIÓN DE LAS CIFRAS

Resulta sorprende comprobar una y otra vez que las cifras, en política, tienen un valor distinto al que dice la aritmética tanto para los políticos como para algunos periodistas y, al parecer, no se prevén cambios respecto a este modo de operar.
Aquellos ciudadanos que tengan, al menos, el dominio de las cuatro reglas aritméticas se preguntarán si tantos políticos como periodistas necesitan un curso intensivo de aritmética (del verbo árithméo: contar), palabra poco usada en la actualidad, o si son ellos mismos los que carecen de la flexibilidad mental requerida para entender que la valoración de las cifras se puede encoger o estira al gusto de cada cual y de acuerdo con los propios intereses. No obstante también existiría la posibilidad de que periodistas y políticos instruyan a los ciudadanos sobre la forma correcta, según ellos, de valorar las cifras. Pero mejor no entrar en ese tema.
De momento, tenemos numerosos casos dignos de comentar. Algunos de ellos son de especial importancia por la enorme trascendencia que han tenido y que aún tienen para la marcha y el funcionamiento del país. Su valoración requiere de un comentario con el que dejar las cosas en su justo lugar y que así lo entiendan los ciudadanos.
Uno de los casos más significativo está relacionado con los últimos Estatutos de ciertas Comunidades Autónomas, que se desarrollaron durante la etapa de Zapatero y que constituyeron uno de los mayores errores de sus gobiernos.
El último Estatuto de la Comunidad Autónoma de Cataluña fue corregido en algunos de sus artículos por el Tribunal Constitucional, lo que ha servido para justificar todos los disparates que han llevado a cabo los Gobiernos Autónomos de Cataluña, incluyendo el saltarse, a su antojo, la legalidad vigente y la normativa de aplicación. Algunos partidos políticos y, cómo no, numerosos periodistas aseguran fue y es el motivo indiscutible del incremento de los separatistas en los últimos años, por encima de la política educativa y la influencia y control indirecto, sobre los medios de comunicación de Cataluña, de los Gobiernos Autonómicos.
El Estatuto, norma tan trascendental, fue votada en el referéndum para su aprobación, el 18 de junio de 2006, por el 47´85 por ciento de los catalanes con derecho a voto y el 33´77 por ciento el que votó favorablemente.
En algunos países el referéndum no hubiese tenido valor al no participar ni tan siquiera el 50 por ciento de los ciudadanos censados con derecho a voto. En España, sin embargo, los medios de comunicación continúan utilizando el hecho como una referencia de la voluntad popular y los políticos independentistas lo califican como el mayor desprecio a Cataluña y a los catalanes.
La pregunta es: ¿Qué valor le dan periodistas e independentistas al 66´23 por ciento, de los catalanes con derecho a voto que fueron ajenos a semejante martingala?
El Estatuto Andaluz votado en referéndum el 18 de febrero de 2007 (proceso que se llevó a cabo solo para justificar el estatuto catalán), lo votaron el 36´28 por ciento del censo y a favor el 31´72 por ciento de los andaluces censados. Lo que dejó claro el enorme entusiasmo que despertó en la ciudadanía una norma que prácticamente nada nuevo aportó a la Comunidad Autónoma de Andalucía. El 68´28 por ciento de los andaluces se situó fuera de tan marrullera operación.
El caso más reciente del manejo de la cifras lo tenemos en la consulta hecha a los afiliados al PSOE, con motivo del pacto con Ciudadanos, y con anterioridad al debate de investidura. Votó el 51´7 por ciento de los mismos, y el 40´82 por ciento lo hizo a favor. Esta cifra, que deja fuera al 59´18 por ciento de los afiliados, fue al parecer un gran triunfo del Secretario General del PSOE. Aquí la pregunta es dónde está ese 59´18 de los afiliados. ¿Está en contra del contenido de la pregunta, que analizada parece carecer de sentido y no contenía lo que se dijo iba a consultar? ¿No aceptan el pacto suscrito? ¿No comprenden que el Secretario General siga en su puesto y no presentara la dimisión tras el malísimo resultado que consiguió en las elecciones?
Puede haber otros muchos casos a valorar. Lo cierto es que los ciudadanos tendremos que estudiar aritmética parda para entender cómo manejan las cifras políticos y periodistas en este país.
No obstante, lo dicho, está claro que las operaciones de aritmética parlamentaria bien que se hacen y calculan (sumando, restando, multiplicando o dividiendo –como analiza el periodista Javier Ayuso con motivo de la votación posterior al debate de investidura de Pedro Sánchez-). Los números son los que son. El problema está en que, cuando no nos son favorables los resultados, buscamos interpretaciones ajenas a lo estrictamente cuantitativo y numérico, desvirtuando la cruda realidad, dejando de ser objetivos.

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y MALTHUS

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y MALTHUS
Los países participantes en la XXIª Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que ha tenido lugar en la Ciudad de las Luces, entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre de 2015, han conseguido llegar al primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático.
Las conclusiones han sido variadas, desde el compromiso de los países que generan más dióxido de carbono a reducir sus emisiones hasta aportar fondos para la lucha contra las emisiones, así como ir hacía las fuentes de energía renovables frente al petróleo y el carbón. Nada se ha dicho, sin embargo, en jornadas de trabajo tan amplias e importantes, sobre la incidencia, más que significativa, de la población humana y su incremento imparable, simplemente por el hecho de respirar, sobre la generación de gases contaminantes.
Al parecer han olvidado, los luchadores contra el llamado cambio climático y las emisiones de dióxido de carbono y otros gases como los principales causantes del mismo, de las predicciones de Thomas Robert Malthus, clérigo y erudito británico (1766-1834), al que se tiene como el primer demógrafo de la historia.
En su obra: ”Ensayo sobre el principio de la población” dio la voz de alarma al señalar que la población crece en progresión geométrica mientras la producción de alimentos lo hace en progresión aritmética, por lo que la población se encuentra limitada siempre por los medios de subsistencia.
Cierto es que el incremento de la producción de alimentos no se ha ajustado hasta la actualidad en tales predicciones, pero si se reajustan algunos conceptos de los temores de Malthus que pueden tener plena vigencia en relación a los graves problemas que plantea el incremento de la población.
En la actualidad se estima que la población mundial crece al ritmo de cien millones de nuevos habitantes anuales. Esto supone mil millones en los próximos diez años. La generación de dióxido de carbono de mil millones de personas se estima que está por encima de los trescientos millones de toneladas anuales, a los que habría que sumar otro tipo de gases que también contribuirían a los supuestas alteraciones del clima, pero si se valora la generación del citado gas derivada de la vida y la alimentación de los mil millones de habitantes los trescientos millones de toneladas se elevarían hasta los dos mil millones de toneladas al año.
En la forma de vida de la actualidad, lo que Malthus se limitó a llamar alimentos, se tendría que ampliar a satisfacer otras muchas necesidades del ciudadano medio. Estas necesidades irían desde el trasporte individual o colectivo hasta el consumo individual de energía en multitud de servicios, desde los medios de comunicación a la fabricación y usos de electrodomésticos, la construcción de viviendas y obras públicas y otras muy diversas necesidades, lo que elevaría la generación de dióxido de carbono en cantidades considerables.
Los gobiernos de todo el mundo se enfrentan a una realidad de complicada solución. Por un lado está el envejecimiento de las poblaciones, en los países más desarrollados, lo que va unido a la prolongación de la vida media de los humanos y la baja natalidad. Enfrente está el problema de la superpoblación, ya que se podría doblar la población mundial antes de terminar el siglo XXI lo que origina dudas sobre la capacidad del planeta para mantenerla.
Nada se ha dicho de este problema en la XXIª Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de París, aunque hubiese sido conveniente que lo hicieran.
El mandato bíblico de crecer y multiplicaros es ya una pesadilla para la humanidad, en un triple sentido: el de la capacidad alimentaria; el de la producción contaminante de los propios seres humanos; y en el desarrollo agresivo de la violencia armamentística destructora, y también contaminante, por contraposición a los permanentes esfuerzos de convivencia armónica y solidaria.