ELECCIONES GENERALES 2015: UN RESULTADO DE DIFÍCIL GESTIÓN
Tiene razón el portavoz del gobierno alemán cuando afirma: «No sabemos a quién felicitar». El resultado de estas elecciones deja un Parlamento fragmentado que refleja la policromía de la sociedad española de nuestros días y deja en el aire la constitución del próximo gobierno español.
Como auguraban todas las encuestas y los resultados electorales de las últimas convocatorias -Europeas, andaluzas, autonómicas y municipales- ha cristalizado un tetrapartidismo con flecos nacionalistas que, al parecer, ha llegado para quedarse. A partir de ahora las cosas van a ser muy distintas en este país.
A la luz de estos resultados, vamos a analizar cómo queda la situación política y la posición de las distintas fuerzas en presencia:
1) Partido Popular
Es la fuerza más votada y con 123 escaños se constituye en la minoría mayoritaria. Pierde la mayoría absoluta y 63 escaños. Paga así una durísima política de recortes sociales y retroceso de las libertades y derechos que ha hecho recaer sobre los más débiles todo el peso de la crisis. Por contraste ha sido dadivoso con banqueros, grandes empresarios y especuladores variopintos, abusando del ordeno y mando y el Decreto-Ley. Todo ello adobado con grandes dosis de chulería, arrogancia y una rampante corrupción cuyo hedor se ha hecho insoportable para la población.
Su manera de ejercer el poder, ha terminado por convencer a los españoles de los inconvenientes de las mayorías absolutas. A la vez se han cerrado las puertas a la hora de pactar con otras formaciones políticas, no ya un gobierno de coalición, sino siquiera un acuerdo de legislatura. Lo tiene realmente difícil condicionado como está para gobernar por las tácticas y estrategias del resto de los partidos políticos.
2) PSOE
El peor resultado desde la restauración de la democracia en España. No ha sabido ganarse la confianza mayoritaria de los electores para dirigir el país y es segunda fuerza política con 90 escaños.
Hasta hace bien poco el espacio político-electoral del PSOE llegaba hasta la frontera del PCE o IU, su abandono de una gran parte del espacio social-demócrata ha propiciado la aparición de una formación que, en un tiempo récord le disputa con éxito millones de votos y la posibilidad de gobernar, rompiendo así la alternancia que ha gobernado España los últimos 40 años.
Debemos señalar que la sangría de votos del PSOE se produce por su flanco izquierdo -Abandonado por sucesivas ejecutivas y gobiernos del PSOE- dado que la suma de escaños del PP y Ciudadanos, es menor a los que tenía el PP solo en la anterior legislatura.
A nuestro juicio el PSOE tiene dos opciones: A) Quedarse en la oposición, lugar señalado por el electorado. B) Esperar el fracaso de Rajoy e intentar construir un gobierno de izquierdas con Podemos y otros que, dadas las diferencias, sobre todo en la cuestión catalana, se nos antoja harto dificultoso y arriesgado.
3) PODEMOS
No han «asaltado el cielo» como ambicionaban, pero obtener 69 escaños en el Congreso de los Diputados, y ser tercera fuerza política en el Estado la primera vez que se presentan, sólo puede ser calificado de éxito, sobre todo, si tenemos en cuenta cómo surgieron y su cortísimo recorrido. No gobernarán pero van a condicionar de manera decisiva la política española de los próximos años.
Su exigencia de un referéndum en Cataluña, hace inviable un acuerdo político con ellos. El resto de su programa es asumible con matices y negociación mediante dado que, en los últimos tiempos, han hecho un notable e interesado esfuerzo por acercarse a posiciones socialdemócratas que sabían electoralmente rentables.
Siguen siendo un fenómeno socio-político digno de estudio.
4) CIUDADANOS
Aunque han obtenido un buen resultado – 40 diputados en el primer intento- están lejos de sus objetivos que llegaban en su momento a sustituir al PP en el gobierno.
Constituyen una derecha civilizada con un líder sin macula muy bien valorado y van a jugar un importante papel a partir de ahora. Son los más proclives a dejar gobernar al PP, pero sus números no le permiten garantizar la estabilidad del gobierno.
El resto son flecos nacionalistas propiciados por un sistema electoral donde están sobrerrepresentados ERC con 9 escaños, PNV con 6 y una IU residual que logra 2 escaños en Madrid.
De todos modos, conviene tener en cuenta que de haberse logrado una alianza entre Podemos e IU, el porcentaje de sus opciones se hubiera incrementado en votos y escaños.
Estas notas no pretenden abarcar la enorme complejidad de las elecciones generales 2015, no obstante algunas cosas parecen claras:
1) Las mayorías absolutas e incluso las mayorías holgadas, han desaparecido del horizonte próximo, vamos hacia un tipo de democracia llamada por los especialistas «Consensual» que exige el acuerdo de 3, 4 o 5 partidos, algo usual en el resto de Europa.
2) En contra de especulaciones interesadas el histórico eje izquierda-derecha goza de buena salud y se enriquece con nuevas aportaciones.
3) La nueva situación demanda grandes dosis de inteligencia, flexibilidad y empatía. No estamos seguros que los políticos españoles estén en posesión de tales cualidades.
Es la hora de la política con mayúsculas, de poner los intereses de España por encima, no sólo de los personales, sino también de los partidistas y por último lo fundamental: Necesitamos un gobierno que prime el interés general de las mujeres y hombres que formamos parte de este país.