CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
(CON MOTIVO DEL PROCESO DE INVESTIDURA, PRIMAVERA 2015)
Estimada compañera Susana Díaz:
Dadas las circunstancias del momento político que vivimos en Andalucía, teniendo en cuenta de la realidad sangrante del desempleo y la dialéctica entre lo nuevo y lo viejo, entre la opción social pública y la liberal-conservadora, entre las exigencias del presente y del futuro y las inercias del pasado, tras deliberación conjunta, un grupo de veteranos socialistas, hemos decidido transmitir con libertad plena y sentido constructivo lo siguiente:

1) Manuel Chávez y José Antonio Griñán deben dimitir. No porque lo pidan Podemos y Ciudadanos, sino porque bajo su mandato se ha producido uno de los escándalos de corrupción más importantes de la democracia española. La responsabilidad política de ambos in vigilando es evidente y está demostrada. Deben entregar voluntariamente sus respectivas actas.
2) Los Bancos pueden ser presionados de diversas formas: Retirando fondos, no incorporando nuevos depósitos, trabajando con los que presten mayor atención y recursos a temas sociales, negociando con aquellos que son más flexibles a la hora de desahuciar ciudadanos o excluyan esta terrible medida de su praxis bancaria. Conviene tener en cuenta, al respecto, que alguna entidad financiera tiene presencia determinante en nuestras Universidades Públicas y que, en consecuencia, se le debe exigir coherencia con el sentir político que pide velar por las familias más vulnerables, a la vez que se evite el ser aval institucional de sus beneficios.
Hay también una fórmula bancaria llamada Banca Ética que cuida especialmente las ONGs, respetuosa con el medio ambiente, preocupada por la cultura y los fines sociales, no especulativa, con la que se podría trabajar: Nos referimos a Triodos Bank.
Existe también la posibilidad de crear una Banca Pública con la profesionalidad y los controles oportunos, que de créditos a PYMES y autónomos y que sirva, por ejemplo, para financiar la compra de VPO.
3) La estructura de altos cargos de la Junta de Andalucía, seguramente no pueda ser cambiada y deba mantenerse, pero el excesivo número de asesores, no solo es un despilfarro que los ciudadanos/as ya no admiten, es que muchas veces es ineficaz y casi siempre ineficiente. Es mejor hacer más atractiva la carrera administrativa y convocar oposiciones transparentes para seleccionar a los mejores de aquellos que tengan verdadera vocación de servicio público. Así contaremos con una Administración profesional fiable, que funcione bien y que asuma la responsabilidad ética-tradicional de otros países centroeuropeos- con independencia de quién sea el responsable político de turno. Tal es el caso de la Administración francesa, que pensamos puede servir de ejemplo.
4) Con la máxima urgencia, seriedad y rigor hay que articular UN GRAN PLAN DE EMPLEO PARA ÁNDALUCIA con especial atención a los jóvenes y a los parados de más de 45 años, recabando la colaboración de todas las fuerzas vivas que intervienen en el proceso productivo y haciendo acopio de recursos propios y ajenos: Junta de Andalucía, Gobierno Central, UE, Bancos españoles y extranjeros, FMI, Banco Mundial, y cuantas entidades públicas y privadas puedan sumarse a tal fin.
5) Es necesario elaborar, acordar y llevar a término con todas las fuerzas políticas, UN GRAN PACTO CONTRA LA CORRUPCIÓN EN ANDALUCIA que nos haga inmunes a metástasis como la de los ERE, para que casos así no se repitan jamás en nuestra tierra. Creando, con ese fin, una Comisión Parlamentaria permanente anticorrupción.
6) Sabemos de las dificultades que tiene la Cultura Política que mira por el interés general más allá del partidismo o del bipartidismo. Tampoco será fácil conjugar lo sociológicamente novedoso con lo históricamente asentado, pero parece claro que hay que explotar un nuevo modo de gobernabilidad, profundizando en la democracia participativa más activa, abriendo nuevos cauces y proponiendo –desde el espíritu de unidad social, económica y política de los años 80 -un Nuevo Plan Urgente, a medio y largo plazo, pero en esta legislatura, para relanzar Andalucía y su dinamismo socioeconómico y transformador en el conjunto territorial de España y de Europa.
7) Esta es una CCAA extensa y poblada, hermosa, “crisol de culturas”, sabia; luminosa, interior, marítima y transfronteriza, que tiene de todo y cuenta con mujeres y hombres con excelente preparación. Necesitamos poner en valor los recursos disponibles y generar otros nuevos. Solo hay que dar varios pasos con firmeza y generosidad en la dirección responsable y correcta, social y transformadora.
Sin una reindustrialización, que al menos duplique la actividad actual, será imposible llevar los niveles de paro, en Andalucía, a niveles propios de los países desarrollados, para ello será imprescindible suprimir trabas burocráticas y normas que obstaculizan las iniciativas para implantar actividades industriales de todo tipo. La Administración Local es clave en este proceso.
8) ¿Acaso el nuevo tiempo que comienza con este gobierno socialista en Andalucía, no puede ser el mejor que hayamos vivido hasta ahora? ¿Por qué no? Se trataría de salir de la supuesta crisis global, aprovechando el contexto socio-político de fuerzas emergentes que quieren y pueden ser opción alternativa real a una situación ideológicamente anquilosada.
9) Sabemos que algunas de estas propuestas no pueden ser aplicadas inmediatamente, pero sí pueden ser objeto de diálogo, de negociación y acuerdo en vistas a la investidura de la Presidencia del Gobierno en el Parlamento de Andalucía, que, sin duda, alguna tendrá que ser garante legislativo de la gobernanza y el interés general de Andalucía.
En definitiva, con la esperanza de que, en Andalucía, se inicie una nueva andadura de sentido común, de regeneración, de participación activa, y de transformación eficiente que ponga fin a la creciente desigualdad, transmitimos lo antedicho con la certeza de que será tomado en consideración, en beneficio del interés general o el bien común.
Sevilla, 21/04/15

MALÍ Y EL LEVANTAMIENTO DE LOS HOMBRES AZULES

CAPÍTULO III

El drama humanitario

26. Ya se han mencionado anteriormente las condiciones de extrema pobreza en las cuales suelen vivir las poblaciones del área saheliana. Según una estimación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) hay más de 16 millones de personas que viven en el riesgo de perecer de hambre y que bien representan la dramática situación humanitaria de la región. Una crisis alimentaria que podría incluso provocar la muerte de más personas que las que fallecieron con ocasión del tsunami de Asia o del terremoto de Haití, calculadas en unas doscientas mil.

27. En el caso del Sahel, no se habla solo de una situación de privaciones causadas por el territorio desértico o por la guerra en Malí o los conflictos tribales, sino también por otros factores que dibujan una realidad que casi se acerca a la imagen de las diez plagas bíblicas que según el Antiguo Testamento, Dios infligió a los egipcios. Además de sequía, malnutrición y guerra, el Sahel, el año pasado tuvo también que enfrentarse a una plaga de langostas. El motivo de esa singular calamidad depende también de la caída del régimen libio. La administración de Gadafi tenía muy controlado el tema de la proliferación de estos insectos, dañinos y voraces, y cada año el gobierno libio destinaba recursos económicos para acabar con su proliferación en el sur del país. El derrumbe del coronel y de su gobierno ha causado un vacío administrativo considerable y la lucha contra esa plaga ha fallado, provocando una verdadera calamidad que, empujada por el viento, ha llegado hasta el Sahel. Las consecuencias han sido dramáticas, puesto que los pocos brotes de la escasa vegetación del área se han convertido en exquisitas delicias para los hambrientos enjambres de langostas. La plaga ha determinado una notable reducción de los ya escasos recursos de la población, afectada por una de las crisis alimentares más grave de los últimos 20 años. En la base de dicha crisis está la reciente irregularidad de las lluvias sobre el territorio, motivo de las malas cosechas de 2011 y causa del aumento del precio del grano.

28. Otra grave calamidad es el riesgo de propagación del cólera que en 2012 ha visto 47 casos de muertes confirmadas y más de 2.000 de personas infectadas. Inquietante campanada de alarma es que la enfermedad en el vecino Níger ya haya alcanzado niveles de pandemia.

29. La rebelión tuareg y el estallido de la consiguiente guerra entre el ejército estatal y los rebeldes han precipitado la situación que ya era profundamente crítica. La opción más razonable en manos de una parte de la población, que prefería no participar en el levantamiento, ha sido el abandono de sus hogares y la búsqueda de un sitio más seguro donde encontrar amparo. Fuentes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hablan de unas 400.000 personas que se han puesto en marcha para huir de la zona del conflicto. 150.000 mil han preferido cruzar las fronteras de Níger, Mauritania y Burkina Faso, y los demás han optado por quedarse en territorio maliense pero bajando al sur del país, hacia la capital. Ambas decisiones han causado una situación humanitaria dramática.

30. Los demás países del Sahel sufren la misma situación de grave crisis alimentaria que Malí. Basta pensar en los datos recogidos por la ONG Plan que dibujan una crisis alimentaria gravísima: en el dossier “Emergencia en el Sahel” se habla de familias nigerinas que han “comenzado a alimentarse a base de mijo, madera de los árboles y de los desechos reservados para los animales”. Desde luego, la disponibilidad de ofrecer una digna acogida a los que cruzan las fronteras es muy limitada: de hecho, no se puede reservar a los aterrorizados malienses mucho más que un incómodo alojamiento en campos de refugiados, organizados de manera muy precaria, sin la mínima garantía de seguridad e higiene, y con escasez de agua limpia y comida. Unas condiciones inhumanas que padecen, sobre todo, mujeres y niños, potenciales víctimas de abusos y violencias. Sin embargo, la situación de las mujeres fuera de los campos de refugiados es incluso más peligrosa, dado que en el norte, grupúsculos de extremistas se presentan en casas privadas y al dar con una mujer sin velo pueden infligirle una punición que puede llegar hasta al corte de su oreja. Luego, los casos de violaciones están en la agenda de estos días tan trágicos y por supuesto faltan centros donde se les pueda ofrecer atención médica y psicológica. Los niños también se ven muy afectados por la situación de absoluta inseguridad: comunicados de la ONG Save the Children ponen de manifiesto el gravísimo riesgo de malnutrición, abusos, violaciones, y la dramática posibilidad de ser capturados por los extremistas y convertirse forzosamente en soldados reclutados por las milicias rebeldes, como denuncia Human Rights Watch.

Año de Formación, 1960. Podemos ver a Victoriano Ruiz, Pedro Costa, Carlos Pinazo, José A. López Tomás y otros.

31. La disponibilidad de acoger a los refugiados que escapan de Malí por parte de los estados vecinos es una actitud conmovedora, pero no se puede exigir que países ya de por sí empobrecidos asuman solos la responsabilidad de dar amparo a esa población que huye a causa del miedo a sufrir posibles represalias. Además, el cruce de las fronteras por parte de una enorme muchedumbre de personas puede que determine una desestabilización de los frágiles equilibrios étnicos de la región y un empeoramiento de la escasez de recursos económicos de los países vecinos con consecuencias imprevisibles.

32. Es imperiosamente necesaria una efectiva y urgente cooperación de ayuda económica y logística por parte de la Unión Europea. No puede volver a ocurrir lo que pasó con ocasión de la guerra Libia, cuando los gobiernos europeos se apresuraron a poner controles fronterizos muy estrictos por miedo a una oleada de refugiados. De Libia huyeron en busca de protección 900.000 personas según estimaciones de las Naciones Unidas, pero la gran mayoría eligió el camino por tierra hacia Egipto, Túnez y el Sahel, descartando a priori embarcarse rumbo a Europa.

33. En el caso de Malí, la Unión Europea y sus miembros tienen que actuar de manera solidaria, sin dejar que el destino de miles de personas corra el riesgo de caer en las garras de los traficantes de vidas humanas, que ya ven llegar nuevas oportunidades de ganancias, disfrazadas de africanos en fuga del terror. Europa tiene que llevar a cabo un concienzudo trabajo y tomar las medidas necesarias en el pleno cumplimiento de la normativa internacional en materia de refugiados y respeto de los derechos humanos. Más de una vez Europa ha desperdiciado la posibilidad de ayudar a los refugiados, esta vez hay que exigir y presionar para que se actúe de manera distinta. Paralelamente, las fuerzas occidentales tendrán que evitar que su actuación se disfrace de intervención neocolonial y deberán dejar un papel primario a los organismos supraestatales africanos, Unión Africana y Comunidad Económica de Estados de África Occidental in primis. Todo eso para no fomentar el fundamentalismo en la región.

34. Tampoco los desplazados hacia el sur del país han tenido mucha más suerte, tras aceptar la invitación por parte de familiares y amigos que viven en la capital y sus alrededores, después de abandonar sus pertenencias en el Azawad. Sin embargo, exactamente como en el norte, donde el riesgo de ser confundidos como perteneciente a una etnia adversaria puede concretar un castigo atroz, en Bamako también existe la posibilidad de confusión sobre el origen de cada persona. Los acontecimientos del norte han empeorado mucho la tolerancia en un país que antes de su crisis era considerado un estado modelo en cuanto a valores democráticos. Es algo que ya se había visto a lo largo del conflicto libio, con la caza al negro por parte de las fuerzas rebeldes del Consejo Nacional Transitorio libio, cuando el color de la piel identificaba a un posible mercenario leal a Gadafi y la trágica consecuencia era su linchamiento. Un tuareg en Bamako hoy en día corre el peligro de represalias por parte de los demás ciudadanos.

35. Otro aspecto muy importante en el cual profundizar es que en el conflicto de Malí, exactamente como ya en el libio o en el que continúa desde hace dos años cobrándose víctimas en Siria, los crímenes y las atrocidades siguen siendo perpetrados por ambas facciones. Como casi siempre suele ocurrir, inicialmente se han denunciado los crímenes cometidos por las fuerzas rebeldes y especialmente por los grupos yihadistas.

36. La rigurosa aplicación de la sharía ha causado gravísimas violaciones de los derechos humanos. Se documentan amputaciones y lapidaciones, mutilaciones y reclutamiento forzoso de niños para realizar tareas militares. Sin embargo, últimamente están saliendo a la luz los abusos, las torturas y las ejecuciones sumarias llevadas a cabo también por el ejército de Malí después de la intervención francesa y la consiguiente contraofensiva. Informes y evidencias recogidas por importantes organizaciones no gubernamentales ya esbozan una situación que no es un eufemismo definir como trágica: es suficiente echar un rápido vistazo a los documentos producidos por Amnistía Internacional (“Malí: el regreso de cinco meses de crisis. La rebelión armada y el golpe militar”), Human Rights Watch y la Federación Internacional de los Derechos humanos, para darse cuenta de las atrocidades que se están cometiendo a lo largo del conflicto maliense. Además, en una situación tan turbia, como suele ser norma durante una guerra civil, la sospecha de ser cómplice o infiltrado flota en el aire y desgraciadamente a menudo se concreta en brutales asesinatos.

37. La visita a Malí por parte de una delegación de Amnistía Internacional a finales de febrero confirma la gravedad de la situación, especialmente en lo que se refiere a la población civil. Los datos recogidos proporcionan evidencias de un cuadro dramático. A los abusos por parte de las milicias terroristas se han añadido no solo la violencia perpetrada por las tropas regulares, sino también los muertos entre los civiles causados por los bombardeos de la aviación francesa, a pesar de que París rechace rotundamente las acusaciones.

38. Es cierto que muchas violaciones quedarán sepultadas debajo del silencio del desierto, pero el terror y la desesperación de los refugiados malienses se reflejarán todavía en los titulares de la prensa internacional, por lo menos hasta que la opinión pública y los organismos internacionales involucrados en el tema decidan pasar página del asunto.

39. En cambio, la sociedad civil occidental tendrá que presionarles para que eso no ocurra, exigiendo que actúen de modo distinto al caso libio, en el cual el interés de la opinión pública internacional disminuyó de manera considerable solo unos días después del asesinato del coronel Gadafi. ¿Quién sabe qué ha pasado con los 900.000 refugiados en fuga de Libia? Y el caso del conflicto sirio es muy parecido. Muy de vez en cuando podemos enterarnos de otras matanzas en Damasco u otra ciudad, pero sin saber que los enfrentamientos en Siria ya se han cobrado el exorbitante número de 42.000 vidas, ya superado por el trágico hallazgo la semana pasada en un barrio de Alepo de 108 cadáveres de civiles matados con un tiro en la nuca y con las manos atadas, clara evidencia de una ejecución sumaria en toda regla.

40. No. En el caso de Malí hay que actuar de otra manera. Habrá que seguir dando voz a la parte débil en el conflicto, o sea a los miles de refugiados que se encuentran en el limbo de los campos de acogida. Y de paso, hacer llamamientos a la comunidad internacional para que asuma sus responsabilidades y prepare un programa de ayuda humanitaria rápida y eficazmente. Habrá que demandar tutela y derechos para los refugiados, que lamentablemente a lo mejor deberán buscarse la vida en viajes muy peligrosos hacia las orillas europeas. También se deberá conceder el derecho de asilo o en su caso la protección subsidiaria a los originarios de Malí que ya se encuentren en los países miembros de la Unión Europea o que estén esperando en sus fronteras, siempre que cumplan con los requisitos previstos conforme con el Estatuto del refugiado. Y urgentemente, hay que exigir a las partes en conflicto que dejen a la población civil al margen de las atrocidades que conlleva una guerra. Europa y occidente esta vez no podrán quedarse en un rincón de silencioso y superficial desinterés. Esperemos que esta vez haya una excepción a la norma.

41. Otro tema que tomar en consideración respecto a la sociedad civil maliense es la situación de las minorías, poniendo el énfasis especialmente en la cristiana: en un área y un continente donde las venganzas étnicas y las discriminaciones son una práctica habitual, como atestiguan las masacres en Congo, o en la región de los Grandes Lagos, o, más recientemente, en Libia, las minorías consideran cualquier cambio en los equilibrios políticos en su territorio como un probable empeoramiento de su seguridad, debido a la falta de una protección realmente efectiva por las autoridades locales de policía. Ya se ha evidenciado como un cambio tan radical como el experimentado en el norte de Malí ha puesto claramente en estado de máxima alerta a la parte de la población no involucrada en el levantamiento. Consecuencia lógica ha sido un éxodo masivo de todos los que pensaban que la nueva situación iba a comportar una significativa disminución de derechos y seguridad personal.

42. Una de las comunidades más preocupada es desde luego la cristiana, que en cualquier país musulmán encuentra peligros cada vez mayores. Diferentes testimonios relatan que la pequeña comunidad cristiana ha tenido que preparar las maletas en un santiamén y alejarse del norte del país hacia destinos más seguros, a pesar de darse cuenta de estar rodeada por países de mayoría casi absolutamente musulmana, con todas las complicaciones que eso comporta para los que profesen una fe considerada competidora por la población no cristiana. Hasta la revuelta tuareg, el país contaba con una larga tradición de tolerancia entre los musulmanes y la minoría cristiana, pero la insurgencia en el norte y la siguiente contraofensiva francesa han complicado el panorama y la FIDES, agencia de las Obras Misionales Pontificias, a principio de abril ha lanzado una alarma sobre una verdadera caza a los sacerdotes y otros religiosos en los territorios controlados por los rebeldes.

43. El cuadro de las problemáticas desatadas por el levantamiento tuareg es muy preocupante. La comunidad internacional tiene que reflexionar y actuar rápidamente, para que 2013 no pase a la historia como el año de una nueva tragedia africana. Punto de partida tiene que ser la implicación de la Unión Africana y sobre todo de los países del área saheliana, o sea, del contexto regional de Malí, de modo que la intervención no tenga los rasgos de una nueva colonización, imagen que fortalecería ideologías antioccidentales, cuyos resultados ya se pueden apreciar en Oriente Medio, Magreb y en el propio Sahel. Claro ejemplo de esto es el recrudecimiento del terrorismo en Argelia, que hace unos días se ha cobrado las vidas de unos 30 rehenes en una planta destinada a la producción de gas. Un atentado tan audaz, complejo y bien organizado que no puede ser consecuencia de la intervención francesa de la semana anterior, sino de un programa estudiado detalladamente y que encuentra su motivación principal en la lucha en contra del occidente, todavía visto como demoníaca fuerza colonizadora. Un atentado que apunta a una vuelta del terrorismo argelino al escenario internacional.

PODEMOS, LUCILO PAYO ABRIL Y LA «POLLA DE AGUA»

PODEMOS, LUCILO PAYO ABRIL Y LA “POLLA DE AGUA”

Lucilo Payo Abril era canónigo penitenciario de la catedral de una capital de provincia de Andalucía y fue, además, durante los años cincuenta, ya con cierta edad, profesor de religión en diferentes colegios religiosos de la ciudad.
El penitenciario tenía dos dudas doctrinales que lo obsesionaban hasta el extremo de debilitar su fe y martirizarlo, porque nunca llegaba a superar, de forma definitiva, los interrogantes que le planteaban y siempre persistían sus dudas.
Su primera incertidumbre giraba en torno a la trasmisión del pecado original. En su opinión, lo provocó la mujer; y para intentar que sus alumnos lo entendieran y adoctrinarlos en tal sentido les ponía como ejemplo de referencia el matrimonio entre una terrícola y un marciano, si fuera posible, en cuyo caso los descendientes tendrían el pecado original, pero si la unión era entre un terrícola y una marciana la descendencia no tendría el pecado original. Cuando exponía esa teoría a sus alumnos de religión, éstos permanecían completamente indiferentes porque les traía absolutamente sin cuidado el pecado original y si lo trasmitía el hombre o la mujer. Ellos solo sabían que el asunto de tal herencia pecaminosa era un dogma, por lo tanto tenían que creer ciegamente en su contenido y en sus consecuencias nefastas de sumisión y arrepentimiento por ser pecadores por herencia.
La segunda duda de Lucilo giraba en torno al cumplimiento de la abstinencia de comer carne en determinados días del año y concretamente el tipo de alimentos permitidos. Su duda se acentuaba en relación a la polla de agua. Sus razonamientos eran que tal ave vivía en los ríos, se alimentaba básicamente de plantas de los cauces, larvas de insectos acuáticos, de renacuajos y pequeños alevines de peces de río, por tales razones para él era, desde el punto de vista de la abstinencia, más pescado que carne, aunque permanecía en la duda de no saber si era carne o pescado.
Cuando Lucilo exponía su segunda duda, en las aulas, los alumnos se exaltaban al escuchar de boca de un alto dignatario de la Santa Madre la palabra polla, palabra prohibida que tenía para ellos un significado muy concreto unido siempre a ciertos pecados, algunos de ellos incluso mortales.
Como resultado de tal exposición las clases terminaban por ser un barullo de tales dimensiones que resultaba imposible que el canónigo pudiera controlar a los alumnos para continuar con sus explicaciones. Era necesaria la presencia de otro profesor con prestigio entre los alumnos para que volviera la calma y las actividades docentes retornaran a la normalidad.
El partido político al que han puesto un nombre que nada dice sobre su ideología, es para la ciudadanía que oye sus mensajes como la polla de agua para Lucilo Payo Abril, ni carne ni pescado, aunque sus principales dirigentes proceden de partidos comunistas, desde el PCE-IU hasta el Partido Comunista de los Trabajadores, pasando por Izquierda Anticapitalista y Organización Comunista de España (Bandera Roja). Su presencia y mensajes han despertado un tremendo revuelo que probablemente a nada positivo conduzcan. Sus líderes quieren vender el producto a los votantes como un partido trasversal aunque lo hacen con el único fin de captar a todos los electores que deseen castigar a las dos grandes formaciones, bien definidas pero con un quehacer nada positivo en los últimos tiempos. En realidad, Podemos, es un partido trasversal de todas las organizaciones comunistas de este país.
Solo una política socialdemócrata rigurosa y de ética impecable, desarrollada por un partido centenario, pondrá orden en ese gallinero que no cesa en su barullo y que nada positivo trae para la gobernabilidad del país.
En cuanto al populismo que el mencionado partido arrastra y difunde con sus mensajes no está claro si fue el régimen venezolano quién se lo trasmitió a los líderes de esta organización, como herencia original, o fueron ellos quienes lo indujeron y desarrollaron en sus supuestas tareas de asesoramiento, aunque responde a ese principio carente de toda ética del fin justifica los medios, implantado como dogma por las tiranías.
Ante este dilema, Lucilo Payo Abril, como en el caso del pecado original, tendría que recurrir, también, a los marcianos para encontrar explicaciones.
Determinados medios de comunicación, propiedad de capitales foráneos, han dedicado sus mayores esfuerzos para divulgar y exaltar a la nueva formación política y sus mensajes, lo que la mayoría de las personas que piensan no entienden. Quizá si Lucilo Payo Abril viviera podría buscar argumentos para esclarecer tan chocante proceder.

POR RESPONSABILIDAD POLÍTICA

POR RESPONSABILIDAD POLÍTICA

Es fácil separar las responsabilidades políticas de las penales, cuando se derivan de actuaciones concretas de dirigentes políticos según estén o no tipificadas como delictivas en el Código Penal. El PSOE se enfrenta en la actualidad, en Andalucía, a una situación donde tiene que hacer tal ejercicio ante el quehacer de militantes del partido que durante muchos años la organización los situó en puestos con altas responsabilidades.

Estos militantes, como cualquier otro ciudadano, disfrutan de la presunción de inocencia en lo que se refiere a responsabilidades penales pero sus responsabilidades políticas son evidentes y están probadas. Ocurra lo que ocurra en los tribunales de justicia sus responsabilidades políticas nada ni nadie las puede borrar.

Los dos militantes que fueron ministros del Gobierno de la Nación y presidentes de la Junta de Andalucía, así como los tres que fueron consejeros de la Junta de Andalucía debían tener el valor personal suficiente para renunciar a los escaños que ocupan en la actualidad y darse de baja en el partido.

Devolverían así a la organización parte de lo muchísimo que recibieron de ella y facilitarían a sus actuales dirigentes la nueva andadura que exige la situación que estamos viviendo en un momento histórico de necesaria transformación ética y política, que lleva también a pedir la dimisión del presidente conservador del Gobierno del Estado, también por responsabilidad política, al menos (cuestión ineludible en el seno del PP).

LOS SALARIOS DE LOS FUNCIONARIOS Y DE LOS CARGOS POLÍTICOS

LOS SALARIOS
DE LOS FUNCIONARIOS Y DE LOS CARGOS POLÍTICOS

El primer gobierno del PSOE llevó a término las reformas más importantes de las Administraciones Públicas que se han realizado en este país, desde antes de la Transición.
La ley 30 de 2 agosto de 1984 logró, entre otros objetivos, transformar las estructuras funcionales administrativas y las salariales de los funcionarios. Eliminó cientos de escalas, cuerpos y demás chiringuitos que funcionaban como reinos de taifas, que eran impermeables entre si y contaban con formas propias de retribuir a sus funcionarios. Amplió considerablemente la capacidad de movilidad de los trabajadores públicos. Definió de forma clara y sencilla las diferentes titulaciones requeridas para los niveles establecidos, que se relacionaban con las características de los diferentes puestos de trabajo.
Fue especialmente importante la definición de
unos principios básicos para hacer las nóminas, unificándolas y estableciendo los conceptos claves de sus percepciones, desde sueldo base a los diferentes complementos cuyo valor fija el Gobierno Central. Dichos principios eran y son preceptivos en las tres Administraciones Publicas, la Central, la Autonómica y la Local.
Paso tan importante y trascendente para pagar a los funcionarios tuvo algunos puntos débiles, quizá impulsados por determinados cuerpos de funcionarios, llamados de élite, de la Administración Pública Central. El más negativo de ellos, en relación a las retribuciones, fue dejar un complemento para que pudieran fijar su importe las distintas Administraciones, que años más tarde se le añadió otro con igual peculiaridad, tales complementos son los que hacen posible que la policía nacional tenga retribuciones más bajas que las policías de las autonomías, que un administrativo de un ayuntamiento pueda tener un salario similar al de un jefe de servicio de una administración autónoma, que determinados destinos en la Administración Pública Central reciban salarios que pueden llegar a duplicar otros de igual nivel de la misma Administración, o que funcionarios de las diferentes Comunidades Autónomas tengan salarios distintos en puestos de trabajo similares.
Quizá sea el momento de corregir tales situaciones evidentemente injustas y también de fijar, a nivel nacional, autonómico y local los salarios de los cargos políticos.
Una de las medidas más significativas y positivas tomadas por la presidenta de la Junta de Andalucía, en relación al tema que se trata, fue fijar por norma que ningún empleado público de la Junta de Andalucía pueda tener un salario superior al asignado a la Presidencia. Es un ejemplo a seguir que se debía de cumplir a rajatabla, y en esta prescripción entrarían por supuesto los responsables y trabajadores de las empresas públicas. En relación a las mismas se siguen manejando conceptos interesados sobre el mercado de responsables a los que hay que pagar salarios altísimos por sus servicios, porque es cuestión de pagar la competencia de acuerdo con los mercados, cuando en los mercados hay profesionales competentes de sobra para ocupar puestos de responsabilidad en las empresas públicas con sueldo similar al de los funcionarios o de los cargos políticos. El ejemplo más significativo de la falsedad de los argumentos utilizados al respecto lo tenemos en los que fueron responsables de la banca pública, llamase cajas de ahorro, saqueadas por esos directivos con sueldos millonarios que llevaron a las empresas a la ruina, estafaron a millones de ciudadanos y contribuyeron significativamente a la crisis económica.
Ningún trabajador de la Administraciones Públicas, incluyendo las empresas sean del tipo que sean, debe tener un salario superior al de la Presidencia de Gobierno.
En cuanto a los salarios en las empresas privadas se debería establecer, por parte de los poderes públicos, límites a los salarios máximos como se hace con los mínimos, protegiendo así a los pequeños accionistas al impedir el abuso de los directivos que se asignan salarios y prebendas abusivos, práctica permanente.
Si se adoptaran las medidas pertinentes de limitar máximos y mínimos de las retribuciones, en función de la responsabilidad, indudablemente se contribuiría a una distribución más justa de la riqueza que se genera en este país y, con ello, se estaría aplicando una parte de la Justicia Distributiva y de la equidad.