CAPÍTULO II
La amenaza terrorista
12. A partir del mes de marzo era evidente que las milicias rebeldes habían tenido un cambio relevante en lo que atañe a su composición. A lado del grupo formado por la comunidad tuareg, iban agitándose banderas relacionadas con grupos islamistas, que se estaban aprovechando de la ocasión inesperada de ganar terreno gracias a los éxitos militares conseguidos por el MNLA.
13. Urge abrir un paréntesis muy importante en el relato de los acontecimientos que han determinado la dramática evolución de la cuestión maliense. La verdad es que no se puede ocultar que el norte de Malí es un territorio sin control. Un área árida, escasamente poblada, excepto por las comunidades bereberes acostumbradas a las penurias que proporciona el Sahel. Un territorio donde llegar al final del día ya se puede considerar un éxito. Una zona que lamentablemente se está convirtiendo cada día más en un perfecto escondite para quien quiera ocultar sus actividades ilegales. Por allí, se puede dar con los que no es un insulto tachar de peligrosos desechos del género humano: traficantes de drogas, mercaderes de armas, y los chacales que aprovechan la desesperación de parte de la población africana consiguiendo pingües recompensas a cambio de dirigirlos por la senda que les conduce a embarcarse en pateras maltrechas y arriesgar su vida para llegar a Europa. Y en fin, en los últimos años también se van organizando células terroristas que han encontrado una cuna muy bien protegida donde poder entrenar a sus reclutas, preparar atentados y secuestros de occidentales, y conseguir el armamento necesario para llevar adelante la yihad. Se trata de una zona de total ausencia de control. Un área ideal para que broten el desorden, la criminalidad y el terrorismo.
14. El MNLA siempre ha preferido tomar distancia de los grupos más fanáticos, poniendo de manifiesto que su única intención es liberar el Azawad, sin avanzar hacia el sur. El MNLA representa a los tuareg moderados, que persiguen un objetivo político basado en estado línea republicano y laico, y declarando la total ausencia en su formación de discriminaciones basadas en cuestiones religiosas o étnicas. No obstante, a lo largo de la rebelión no han conseguido alejarse de sus peligrosos compañeros de viaje y en el período que se inició con la proclamación de la independencia del Azawad al verano pasado, la influencia de los islamistas y las tensiones entre los dos grupos han sido cada vez más fuertes, hasta el punto de desembocar en choques que han visto prevalecer la facción yihadista. Esta última facción está compuesta fundamentalmente por tres organizaciones salafitas: Ansar al Dine, AQMI y MUYAO. Cabe destacar el distinto objetivo que intentan lograr dichas franjas radicales, no tanto la independencia del Azawad sino sobre todo una abrumadora, progresiva e irreversible “somalización” del área que abarca todo el Sahel. Por lo tanto, conseguir el control de las regiones del norte de Malí constituía solo una estratégica plataforma para seguir con la operación más ambiciosa de hacerse con el mando de todo el país, creando las bases para una futura expansión más allá de sus fronteras. La supremacía conseguida por los extremistas a expensas del MNLA ha desatado fuertes tensiones en el Azawad, provocadas por la implantación de una estricta y fundamentalista interpretación de la ley islámica y por la furia iconoclasta que a partir del verano pasado ha caído sobre monumentos considerados patrimonio de la humanidad por la UNESCO o descarada herejía por los salafitas.
15. El primer movimiento, Ansar al Dine o sea “los defensores de la fe”, es un grupo islamista radical de origen tuareg, cuyo objetivo es la extensión de una lectura estricta y rigurosa de la sharía, o sea de la ley islámica. A pesar de compartir acciones que van en contra de la normativa internacional sobre los derechos humanos, incluyendo fustigaciones, lapidaciones y amputaciones, se trata del grupo menos radical de los tres. Como confirmación de su carácter más moderado, en los últimos días se han experimentado cambios de conducta en Ansar al Dine dirigidos hacia la apertura de negociaciones con Bamako para evitar una dura intervención militar internacional. De todos modos, el intento de desmarcarse de los grupos más extremistas, puede esconder una estrategia de ganar tiempo y controlar el desarrollo de los acontecimientos. Pese a no estar todavía considerado como un grupo terrorista por la comunidad internacional, numerosos testigos relatan que también Ansar al Dine es culpable de crímenes atroces en contra de los soldados del ejército regular maliense y de civiles que se niegan a someterse a la imposición de la sharía.
16. Si no se puede considerar Ansar al Dine un movimiento terrorista al 100%, no cabe ninguna duda sobre el AQMI, acrónimo que significa Al Qaeda en el Magreb Islámico. No hace falta poner de manifiesto la importancia de Al Qaeda en el escenario del terrorismo internacional. AQMI (como ya hemos dicho Al Qaeda del Magreb Islámico) no nació durante la guerra Libia. Apareció hace seis años como una derivación del Grupo Salafista para la predicación y el Combate que, a su vez era una escisión del GIA argelino. AQMI ha reivindicado muchos atentados suicidas, secuestros de rehenes con lucrativas consecuencias y bárbaros resultados. Su líder Mostae Belmogtar, organizador de la operación de las Amenas, es argelino, metrano del terrorismo como muchos de sus lugartenientes. La organización terrorista había encontrado en el árido e impenetrable Sahel una zona ideal para reiniciar sus operaciones criminales, después de que la intervención militar liderada por los Estados Unidos en Afganistán les hubiera quitado una cueva ideal para planificar sus estrategias sin molestias. Las actividades por las cuales el AQMI ha adquirido relevancia internacional van del tráfico de armas a la trata de seres humanos, y a los atentados perpetrados en la región a los secuestros de occidentales, práctica que sigue constituyendo el mayor ingreso para poder organizar sus operaciones criminales. Últimamente se habla también de tráfico de cocaína, actuando de puente entre Latinoamérica y Europa, con el apoyo de la mafia nigeriana. AQMI sigue creciendo de tamaño e importancia en la región gracias a unos grupos de fanáticos argelinos y marroquíes que se le van adhiriendo progresivamente.
17. Bamako sin duda constituye el eslabón más débil de la cadena de la lucha en contra de Al Qaeda y la falta total de un control gubernamental del norte de Malí, debido a la debilidad política y a las objetivas condiciones de desamparo del territorio. Esto ha generado una situación tal que el hostil desierto se ha convertido en un escondite impenetrable y un verdadero feudo del terrorismo. El objetivo de encontrar otro Afganistán por parte de Al Qaeda ha sido cumplido con éxito. Y el encontrarse a las puertas de Europa constituye una muy seria amenaza.
18. En el mando rebelde que ha ocupado el norte de Malí no hay que olvidarse del Movimiento por la Unicidad de la Yihad en África del Oeste (MUYAO), escisión del AQMI y ya conocido por el secuestro de los cooperantes españoles en Tinduf. Aboga por posiciones incluso más extremistas que el AQMI en lo que se refiere a la aplicación rigurosa de la sharía. Espeluznantes vídeos presentes en internet testimonian las atrocidades llevadas a cabo por el MUYAO. Ejecuciones sumarias, lapidaciones y amputaciones, secuestros de personas con el objetivo de cobrar ingentes rescates y otras brutales violaciones de los derechos humanos constituyen la inicua marca de la casa. En las zonas bajo su control no solo las minorías más fácilmente expuestas al riesgo de convertirse en blanco de persecución buscan la huida, sino también la comunidad musulmana, incapaz de comulgar con las nuevas costumbres, radicales y atroces, traídas y aplicadas por el MUYAA.
19. Existe un riesgo ulterior respecto a la proliferación y escalada del yihadismo extremista: la falta sustancial de control sobre el territorio por parte de los estados ubicados en el Sahel y la oportunidad de conseguir ganancias económicas pueden representar un cebo atrayente para otros grupos fundamentalistas islámicos ubicados no solo en dicha área sino también en el Magreb y en África subsahariana. De hecho, noticias provenientes de las autoridades de Níger denuncian la presencia de terroristas pertenecientes al grupo nigeriano conocido como Boko Haram -que traducido al castellano significa “la cultura occidental es pecado”-, que aboga por la imposición de la sharía como norma vigente y que últimamente se ha ganado los titulares de la prensa internacional gracias a las masacres perpetradas en el norte de Nigeria en contra de cristianos, apóstatas, y también musulmanes no radicales. Por lo tanto, el riesgo de que la amenaza terrorista se propague rápidamente y vaya a golpear los demás países del área es un peligro muy real.
20. El peligro de un rebrote del terrorismo tiene otra cara oscura. En Afganistán las fuerzas lideradas por Estados Unidos tuvieron que enfrentarse solas a un enemigo, o sea Al Qaeda. En el caso del Sahel existe una fragmentación del yihadismo en unas células terroristas, de diferente composición y origen geográfico. Esa escasa homogeneidad constituye un riesgo de considerable envergadura, porque es desde luego más difícil controlar a la totalidad de esas milicias del terror a lo largo de un territorio tan extenso. Por lo tanto, no se trata solo de derrocar la resistencia de los terroristas que desempeñan un papel prioritario en los acontecimientos malienses; no solo Ansar Dine, MUYAO y AQMI, sino también se deberán considerar otros focos yihadistas presentes en toda el área, ya sean escisiones de Al Qaeda o grupúsculos de distinta formación. Destacan, entre otros, el grupo de los “firmantes con sangre”, ya responsables entre otros delitos del reciente ataque a la planta de gas en Argelia, el Movimiento de los Hijos del Sáhara para la Justicia Islámica, partidarios de acciones contra las empresas occidentales ubicadas en Argelia y Mauritania, y los extremistas de Ansar Sharía en Libia, sobre los que hay motivos más que razonables para considerar los autores del atentado que se cobró la vida de 4 personas, incluido el embajador estadounidense en Bengasi el 11 de septiembre de 2012.
21. No obstante, un elemento favorable para una rápida solución de la crisis es sin duda la composición mixta del grupo yihadista, factor que empieza a producir la apertura de brechas en su línea. El desmarque de Ansar al Dine de las posiciones de AQMI y MUYAO es una evidente confirmación de la progresiva menor solidez del bando rebelde. Sin embargo, no hay que confiar en la debilidad del terrorismo, como demuestra la matanza ocurrida en Argelia hace unos pocos días.
22. La amenaza terrorista ha sido el principal motivo que ha determinado la intervención del ejército francés en apoyo de las desprevenidas milicias del gobierno maliense. En efecto, no cabe duda de que bajo el mando del presidente destituido o del capitán Sanogo las fuerzas regulares no han conseguido obstaculizar eficazmente el avance de las franjas islamistas y del MNLA. La situación estaba a punto de convertir a Malí en un “estado marioneta” en manos de peligrosas organizaciones criminales. Francia, basándose en una resolución del Consejo de Seguridad, ha decidido intervenir con sus fuerzas militares para evitar el riesgo de que pudiera crearse una situación análoga a la que se vivió en Afganistán en los tiempos de los talibanes y para apoyar al maltrecho y tambaleante gobierno de transición maliense en la reconquista de los territorios perdidos.
23. El Consejo de Seguridad aprobó en diciembre la resolución 2085 que autoriza el despliegue de una fuerza internacional con liderazgo africano de apoyo al gobierno de Malí para recuperar las zonas en manos de los rebeldes. Sin embargo, una intervención militar africana hubiera tardado meses antes arrancar y París ha preferido desplegar su fuerza militar para el rescate de su antigua colonia, con los objetivos de derrocar el santuario terrorista que se estaba creando en Malí, y garantizar la seguridad a la numerosa comunidad gala presente en Bamako. La sofisticada y potente maquinaria bélica francesa en unos pocos días ha permitido bloquear el avance hacia el sur de los yihadistas, forzándoles a una rápida retirada. Tras lograr la completa recuperación del territorio, París ya ha subrayado que cederá el testigo a manos de una fuerza militar africana, para evitar la repetición de los errores cometidos por las fuerzas occidentales en Afganistán y para que la presencia de sus milicias no provoquen una creciente y peligrosa impopularidad entre el pueblo maliense.
24. Sobre la legalidad de la actuación francesa conforme con el derecho internacional y sobre los verdaderos motivos que han empujado una tan inmediata y decidida intervención por parte del gobierno del primer ministro Hollande, mejor será dejar la palabra a plumas expertas en política y economía internacional. Se podría hacer hincapié en la importancia y riqueza del subsuelo de la región, de lo que se acaba de encontrar evidencia gracias a unas investigaciones sobre la presencia de petróleo llevadas por la Autoridad para la Investigación Petrolera. O en la urgencia de dominar sobre los demás recursos naturales y minerales del Sahel, adelantándose así a China y Estados Unidos, o en la obligación de proteger las plantas francesas de extracción de uranio en el vecino Níger. O, finalmente, en la necesidad de dar un impulso a la imagen de dirigente y lider de Hollande ante la opinión pública francesa, que últimamente está viviendo su peor período desde que el partido socialista francés consiguió la mayoría parlamentaria a expensas del expresidente Sarkozy. Pero no es tarea del presente informe opinar sobre estas cuestiones. Sean cuales sean los argumentos subyacentes a esa intervención, lo importante es que Francia consiga interponer una barrera sólida ante el avance yihadista, permitir la recuperación de la soberanía territorial al gobierno de transición maliense, ayudarle a conducir el período de transición hacia nuevas elecciones, impedir que la sistemática violación de los derechos humanos continúe impunemente y llevar ante el juicio de la Corte Penal Internacional a los culpables de las atrocidades cometidas, independientemente de la facción responsable. De hecho, la intervención de París ya está logrando algunos de esos objetivos, a pesar de que el respeto de los derechos humanos sea un problema que difícilmente se puede resolver con el uso de las armas.
25. A la cuestión maliense se ha asomado otro importante sujeto internacional. En efecto, es noticia reciente el interés de la Corte Penal Internacional suscitado por la crisis en Malí. Muy pronto el organismo de justicia internacional procederá a la apertura de investigaciones preliminares para verificar la posible comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. La lista de presuntos actos ilegales es muy larga: asesinatos, mutilaciones, torturas, ataques premeditados contra objetos protegidos, ejecuciones sumarias, pillaje y violaciones. La corte ha decidido intervenir motu proprio de acuerdo con la previsión del artículo 15 del Estatuto de Roma que establece la posibilidad de abrir investigaciones de oficio a partir de una petición motivada por el Fiscal de la CPI. Es la segunda vez que ocurre, después del caso de las violencias en Kenia en el período posterior a las elecciones presidenciales de 2007.
De todas formas, se espera que el conflicto termine cuanto antes con el mínimo derramamiento de sangre, y que el periodo posterior a la guerra no se asemeje a la caótica fase de transición de Libia.